Los Puntos de Encuentro Familiar que gestiona APROME, se configuran como un espacio neutral e idóneo para favorecer el derecho fundamental del niño/a de mantener las relaciones con sus familias, cuando en una separación y/o divorcio o acogimiento familiar, o en otros supuestos de interrupción de la convivencia familiar, el derecho de visita se ve interrumpido o es de cumplimiento difícil o conflictivo. El pasado año, estos puntos de encuentro familiar atendieron a cerca de 1.800 familias y 2.500 menores, a través de un total de 126.333 intervenciones.
La actividad en ellos se centra en facilitar el encuentro del menor con sus progenitores no custodios y/o la familia biológica garantizando sus intereses en situaciones de conflicto; garantizar que el cumplimiento del régimen de visitas no suponga una amenaza para la seguridad del menor y prevenir la violencia doméstica; preparar a los progenitores y familias biológicas y acogedoras para conseguir autonomía y poder mantener las relaciones con los menores sin depender de este servicio; establecer en las familias en situación de ruptura de la convivencia familiar los vínculos necesarios para un buen desarrollo psíquico, afectivo y emocional del menor; permitir a los menores expresar sus sentimientos y necesidades sin temor; y facilitar orientación profesional para mejorar las relaciones paterno /filiales. En el caso de Zamora, dicho punto de enuentro se sitúa en la calle Candelaria Ruiz del Árbol de la capital.
La separación de la pareja que compone un núcleo familiar en numerosas ocasiones supone una ruptura y un cambio de la dinámica establecida. Este cambio en ocasiones es dramático y produce incertidumbre y ansiedad, influyendo de forma negativa en los miembros de la pareja y mucho más en los hijos. En este sentido se producen situaciones como la obstrucción por parte de uno de los progenitores a la relación del otro con los hijos o con su familia de origen, o bien incumplimiento del régimen de visitas establecido, lo que genera en el menor un sentimiento de abandono.
En este sentido, los puntos de encuentro familiar se configuran como una alternativa de intervención eficaz en un lugar neutral que se ofrece a las parejas separadas y a los miembros de la familia en crisis, donde puedan encontrarse con garantía de seguridad y bienestar del menor y del padre/madre vulnerable, atendidos por profesionales debidamente formados. Suponen también, una forma de mantener el anonimato del domicilio de las madres residentes en casas de acogida.
Los 16 puntos de encuentro familiar que existen en Castilla y León y que la Junta financia, están ubicados en Aranda de Duero, Ávila, Burgos, Laguna de Duero, León, San Andrés del Rabanedo, Ponferrada, Medina del Campo, Miranda de Ebro, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid (dos) y Zamora. Asimismo, desde la declaración del estado de alarma se ha logrado que un tercio de las 1.678 familias usuarias que actualmente hay en los puntos de encuentro hayan alcanzado acuerdos para que se mantenga contacto telefónico entre el menor y el progenitor con el que no está conviviendo. En estos momentos se está pasando a una segunda fase de intervención durante el estado de alarma dirigida a las familias en las que no ha habido acuerdo para mantener ese contacto y el objetivo principal es establecer contacto entre los hijos y el progenitor con el que no conviven, con la presencia en la llamada o videollamada de un profesional de APROME.