Tras la denuncia del sindicato SATSE el pasado 30 de abril, alertando a las autoridades sanitarias sobre la falta de protección que ofrecían las mascarillas Folding mask KN95 SUBOLUN, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ha analizado este elemento detectando que efectivamente no cumplen la normativa y no garantizan una adecuada protección frente a la penetración de partículas, por lo que ayer día 8 de mayo se ha procedido a la retirada de las mismas que estaban siendo usadas por los profesionales sanitarios de Valladolid desde el día 21 de abril.
Estas mascarillas se han utilizado en servicios como urgencias y unidades de cuidados intensivos donde se realizan procedimientos de alto riesgo como aerosolterapias, intubaciones… , así como en residencias de ancianos, por lo que hay enfermeros que han estado gravemente desprotegidos y según marcan los algoritmos del Ministerio se debe someter a estos profesionales a una cuarentena con vigilancia activa de síntomas y realizar una PCR a los siete días ya que la exposición ha sido sin un EPI adecuado y existe un riesgo elevado de que hayan resultado contagiados.
Ahora de nuevo surge la incertidumbre sobre la salud de los enfermeros que han llevado durante días estas mascarillas, hay que recordar que sólo en la provincia de Valladolid se han contagiado 159 profesionales de enfermería por COVID19.
Desde SATSE Valladolid se exige que se lleve a cabo una valoración de oficio del estado de salud de todos los trabajadores que han atendido a pacientes COVID utilizando como medio de protección estas mascarillas que ahora han sido retiradas y se manifiesta totalmente en contra de la Nota Interior emitida por el Servicio de prevención del Hospital Clínico Universitario de Valladolid en la que se recoge que “Independientemente de que (las mascarillas) no cumplan todos los requisitos de la normativa, esto no ha implicado que los trabajadores hayan estado desprotegidos”. Desde este sindicato se avisa que si no se lleva a cabo el control pertinente sobre la salud de los trabajadores este mismo lunes interpondrán una denuncia ante la oficina de inspección de trabajo.
Desde SATSE Valladolid también quieren denunciar que ha sido este sindicato quien se ha tenido que poner en contacto directo con los centros dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales y de la Diputación de Valladolid para informarles de la obligatoriedad de la retirada de las mismas, ya que por parte de la Junta de Castilla y León, que es quien había distribuido las mascarillas, no se les había informado de que no habían superado los controles de calidad.
La Diputación de Valladolid también había dotado con estas mascarillas al Servicio de Extinción de Incendios que se encarga de desinfectar zonas potencialmente COVID.
No es lógico que con la nefasta experiencia en relación a los equipos de protección llegados de terceros países, fundamentalmente China, que no reúnen los requisitos de protección establecidos, por parte de las autoridades sanitarias no se proceda a realizar una valoración real del nivel de seguridad de los mismos antes de distribuirlos entre sus profesionales.
Desde el Sindicato de Enfermería SATSE Valladolid consideran que mientras no se dote a los trabajadores sanitarios de equipos de protección adecuados y mientras no se lleve a cabo un protocolo estricto de control de los trabajadores sanitarios que pudieran haber sido infectados, va a ser muy difícil controlar la evolución de la epidemia en nuestra provincia, ya que son los propios sanitarios los que en numerosas ocasiones están actuando como vectores de contagio entre sus compañeros, sus familias y la población a la que atienden.
Ahora mismo lo que no podemos esperar es que los profesionales enfermeros comiencen a dar síntomas para hacerles las PCR porque el Servicio de Prevención no estaría aislando posibles contagios sino limitándose a diagnosticar enfermos y ya sería demasiado tarde.