El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ha querido poner fecha de caducidad a la cuarentena que desde este viernes tienen que guardar todos los viajeros que entren en España procedentes de terceros países, pero ha señalado que el Gobierno quiere que esta medida esté en vigor "el mínimo tiempo necesario" porque siempre se pensó en ella como una restricción de carácter "temporal".
En rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa, ha reconocido que el Ejecutivo se mantiene en contacto con las autoridades europeas "para intentar sincronizar" este tipo de decisiones.
El Ejecutivo ha justificado esta cuarentena en la necesidad de evitar la llegada de casos importados en un momento en el que el avance en la relajación de las restricciones impuestas por el estado de alarma puede volver a hacer atractivo nuestro país al viajero extranjero. Si los residentes en España tienen prohibido viajar a otras provincias, el Gobierno no veía coherente que viajeros procedentes de terceros países pudieran entrar libremente por avión y barco en nuestro territorio.
Por eso el Gobierno ha decidido cerrar también, como hiciera con las fronteras terrestres, las aéreas y marítimas, restableciendo los controles. En reciprocidad, Francia ha impuesto una cuarentena a los turistas españoles, que hasta ahora podían entrar libremente en el país vecino.
Este miércoles pasado en su comparecencia semanal en el Congreso de los Diputados, Illa vinculó la cuarentena a la permanencia del estado de alarma y señaló que desaparecería en el momento en que se levantara el estado de alarma y los españoles recuperasen la libertad de circulación. Sin embargo hoy ha evitado comprometerse con una fecha concreta.
Horas antes este viernes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, recordaba que la medida está vigente hasta el fin de la actual prórroga del estado de alarma y se tendrá que debatir su permanencia o levantamiento de cara a la siguiente, que el Gobierno contempla solicitar para el periodo de más o menos un mes y pensando en que abarque hasta el fin del proceso de desescalada.