El pasado 28 de Abril CCOO publicaba un estudio de incidencia acumulada que "evidenciaba" la situación de los trabajadores sanitarios de Atención Primaria, Especializada y Emergencias de Castilla y León, en relación con la realización del Test COVID-19, así como una evaluación de las medidas dispuestas por la administración sanitaria para prevenir el contagio de los profesionales.
"El deficiente número de equipos de protección, además de los repetidos cambios por la falta de conformidad con la reglamentación establecida, ha generado un considerable grado de desconfianza entre los trabajadores que las utilizan, si bien no son menos importantes otros problemas, como el cuidado de las personas dependientes de ellos, o la presión organizativa que ejerce la administración para mantener la atención sanitaria", concluían desde el sindicato.
Hoy, CCOO asegura tener conocimiento de que los trabajadores "sufren cambios de turnos frecuentes que impiden su conciliación, llegando en ocasiones a no disponer de programación laboral, lo que les hace verse obligados a improvisar de un día para otro con la consiguiente dificultad para organizar su vida familiar, y para lo que no tienen posibilidad de solicitar ningún permiso debido a que su concesión está anulada por el estado de alarma. Además, conlleva una permanente localización telefónica para acudir a trabajar, condicionada por la escasa dotación de personal de los centros de salud, en los que se obvian los descansos necesarios y se permite superar la jornada laboral máxima, mientras existen trabajadores disponibles en las listas habilitadas al efecto".
Por estos motivos, desde CCOO han solicitado en las diferentes mesas de negociación que se realice una gestión global de los profesionales que resulte "eficiente" en cuanto a descansos y a conciliación, para lo que es necesario que antes de denegar cualquier permiso se estudie la situación particular de cada trabajador. "No debemos olvidar las familias monoparentales, sin nadie cercano que pueda hacerse cargo de los menores, o familias con ambos progenitores trabajando y cuyas jornadas pueden coincidir al mismo tiempo. Hay que recordar que la situación que vivimos en la actualidad ha provocado el cierre de centros educativos, centros de día y cualquier alternativa que hayan podido utilizar anteriormente para el cuidado de menores, mayores y dependientes. Es una cuestión que, a nuestro juicio, debe ser sensible de valorar, por la desprotección y el desamparo de aquellos y la angustia de las familias", relatan en sus exigencias.
Estas situaciones generan gran carga de estrés entre los profesionales, que se añaden al elevado riesgo de contagiarse por Covid-19 en un complejo contexto con los equipos de protección, a la sobrecarga con nuevas tareas en Atención Primaria (PCR y test de anticuerpos), y según afirman "sin un incremento de la plantilla ya ajustada, y a la mayor presión de algunos mandos intermedios y de los directivos de Atención Primaria". El sindicato asegura que se está acudiendo a "la coacción e incluso la amenaza de apertura de expedientes de sanción si no acuden a trabajar, exponiendo a los trabajadores a la disyuntiva entre un altercado laboral y la obligación del cuidado de sus hijos e hijas en la Gerencia de Atención Primaria de Zamora".