La actual pandemia del nuevo coronavirus Sars Cov 2 nos ha cambiado a todos. En apenas unas semanas hemos pasado de hacer planes de vacaciones a aceptar con resignación que, durante una buena temporada, nada va a ser igual y tendremos que posponer o adaptar nuestras previsiones. Además, hemos aprendido de estadísticas, de epidemiología y de cómo debemos protegernos. Y todos hemos remado en la misma dirección para mitigar y poner fin a la pandemia. En este sentido, las empresas del sector del cigarrillo electrónico, entre otras Ivapeo, son muy conscientes del problema que representa para todos la pandemia, y también han arrimado el hombro.
La patronal del sector del cigarrillo electrónico (Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo, UPEV) es la asociación empresarial representativa del sector en España. Representa a fabricantes, distribuidores y minoristas del cigarrillo electrónico y sus componentes. En total, más de seiscientas pequeñas y medianas empresas, comprometidas con la profesionalización del sector y la calidad de sus productos.
Pues bien, en estos meses de pandemia las empresas de la UPEV han readaptado sus instalaciones para producir geles hidroalcohólicos, imprescindibles para la higienización y desinfección frente al virus. La UPEV ha donado estos geles a colectivos como la Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra, residencias de ancianos, instituciones de seguridad ciudadana, hospitales y otros organismos públicos. Son algunos de los sectores más afectados por la pandemia, ya sea porque agrupan a colectivos vulnerables o a profesionales que siguen trabajando para garantizar los servicios necesarios para los enfermos y la población en general.
Así, en abril se comenzaron a distribuir los geles en Cataluña, Sevilla, Granada y Madrid, mediante la entrega gratuita de 3.000 unidades en diferentes hospitales. A fecha de hoy ya se han repartido de forma gratuita 20.000 unidades de geles hidroalcohólicos.
"Capacidad de producción al servicio del bien común"
Para prestar esta colaboración, las empresas de vapeo han utilizado las botellas de líquidos de vapeo con la finalidad de para envasar geles hidroalcohólicos. Para producir estos geles de solución hidroalcóholica se debe contar con todos los certificados europeos de calidad.
"Debemos poner nuestra capacidad de producción al servicio del bien común, cuyo primer objetivo en estos momentos es detener la extensión del coronavirus", comentó el presidente de UPEV, Arturo Ribes. Puedes ampliar la noticia en este enlace.
Ribes señaló que una de las dificultades de las empresas de vapeo es la escasez del ingrediente principal, el alcohol isopropílico, debido principalmente al incremento de ventas provocado por la crisis sanitaria de la pandemia del nuevo coronavirus.
Este aumento de la demanda de los geles hidroalcohólicos se ha traducido en un incremento de los precios. En ocasiones, el aumento de precios ha superado el 600% respecto a los precios previos a la pandemia. Se trata de una tendencia similar a otros artículos sanitarios muy necesarios en la actual crisis, como las mascarillas o los guantes de látex.
Hay que tener en cuenta que, además de esta iniciativa de colaboración, la industria del vapeo ha puesto en marcha todos sus esfuerzos en la venta online de líquidos, cigarrillos electrónicos y todo lo relacionado con el vapeo. El objetivo ahora, como lo ha sido siempre, consiste en asegurar el abastecimiento a todos los vapeadores.
Otros sectores que se han sumado a la lucha contra el Covid 19
Este ejemplo del sector de las empresas productoras de cigarrillos electrónicos se suma al de otros sectores que se han reinventado durante la crisis actual para dar un servicio indispensable a la población.
Es el caso, por ejemplo, de las empresas del textil que han reorientado su producción a la fabricación de mascarillas, batas y gorros desechables, que han vendido a los hospitales a precio de coste. Se trata de medidas de protección indispensables frente al virus, y de las que ha habido escasez en los momentos álgidos de la pandemia. Por eso, la producción de estas industrias ha contribuido notablemente a minimizar el impacto de la transmisión. Empresas especializadas en otros productos, como colchones o edredones, se agruparon en una red conocida como "Red Copérnico" de emergencia textil.
Otras empresas han reorientado su producción industrial a la fabricación de respiradores, vitales para dotar de ventilación mecánica a pacientes afectados por la insuficiencia respiratoria que provoca el Covid 19. Es el caso de Seat, que empezó a fabricar respiradores de emergencia en su fábrica de Martorell, en Barcelona. Se trata de un modelo de respirador desarrollado a partir de la tecnología que incorpora el parabrisas de sus coches.
Otras veces han sido los particulares los que han puesto su ingenio y sus capacidades al servicio del común. Así, en los inicios de esta crisis surgió el llamado Colectivo Maker, que ha seguido trabajando hasta ahora: personas conectadas capaces de distribuirse tareas y organizarse para fabricar, por ejemplo, decenas de miles de pantallas protectoras. Tan solo han necesitado una impresora 3D, tiempo y el deseo de sumar, como todos, para que el impacto de esta pandemia que nos ha tocado vivir sea el menor posible.