Hoy, 26 de mayo de 2020, es una fecha para el recuerdo de todos aquellos amantes y defensores de la pervivencia de la lengua leonesa, que conserva diversas variedades comarcales en las tres provincias de la Región Leonesa (Salamanca, Zamora y León), así como fuera de ella en Asturias, Extremadura, Cantabria y Portugal.
Y es que se cumplen exactamente diez años desde que, el 26 de mayo de 2010, se pronunciasen las primeras palabras en leonés en las Cortes de Castilla y León, hecho protagonizado por parte del procurador socialista José Ignacio Martín Benito, con ocasión de la defensa de la Proposición No de Ley (PNL) que presentó en dichas Cortes, en la que solicitaba medidas específicas a la Junta para la protección, uso y promoción del leonés, recordando que el propio Procurador del Común ya había puesto de manifiesto la falta de un proyecto específico por parte de la Junta para el desarrollo del artículo 5.2 del Estatuto relativo al leonés.
Las palabras en leonés pronunciadas entonces en el hemiciclo eran parte de un poema escrito en la palra d'El Rebollal salmantina por José Benito Mateos, siendo concretamente el inicio de dicho poema dedicado al monte Jálama la que se leyó en las Cortes: “Jálama sujeta el cielu, / el cielu d'El Rebollal, / no sea cuentu que risbale / y mos jaga angún mal. / N'esta tierra tan polía, / n'esta tierra sin igual, / Jálama es lo más altu / que se ve desdi el lugal”.
En su intervención, José Ignacio Martín Benito recordaba que “el leonés cuenta con una amplia y abundante bibliografía académica desde el siglo XIX hasta nuestros días. Destacados especialistas, tanto españoles como extranjeros, se han ocupado de su estudio, entre ellos cabe señalar a Jessner, Hanssen, Leite de Vasconcelos, Ramón Menéndez Pidal, Federico de Onís, Américo Castro, Kruger, Llorente Maldonado, Concha Casado, Guzmán Pérez Álvarez, Manuel Alvar y otros muchos.”
Asimismo, lamentaba en su segunda intervención en el debate sobre la PNL que “el número de hablantes del leonés se ha reducido considerablemente en los últimos años por diversas razones”, considerando por ello que “corresponde a los poderes públicos, con capacidad y con competencias, llevar a cabo políticas, en la línea del Estatuto, de protección, uso y promoción, para asegurar la supervivencia del patrimonio lingüístico de la Comunidad.”
Una petición que Martín Benito consideraba especialmente propicia aprobarla en dicho año 2010, al estimar que “en un año en el que estamos celebrando, por otra parte, el Mil Cien Aniversario del Reino de León, parece que es un buen momento también para reflexionar sobre la necesidad de cumplir con el Estatuto”, recordando en su segunda intervención también que Castilla y León es una “comunidad integrada por dos regiones históricas”.
Por otro lado, la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el procurador del PSOE, no fue aceptada en sus términos iniciales por el PP, que planteó una enmienda de sustitución a la misma para condicionar su apoyo, en los términos que señaló la procuradora popular Ana Rosa Sopeña Ballina, que consideraba que “la Junta sí que reconoce el valor del leonés”, y manifestaba al procurador socialista que “no le quepa ninguna duda que el Partido Popular va a cumplir lo que dice el Estatuto de Autonomía.”
Este debate desembocó en la intervención del procurador de UPL, Joaquín Otero, que admitió que “no pensaba en principio intervenir, pero he decidido intervenir para hacer esa llamada a la flexibilidad de ambos portavoces y al intento de que se llegue a un texto común”. En este sentido, el procurador leonesista instaba a PP y PSOE a tener “flexibilidad para que se apruebe por unanimidad”, considerando que “es mucho más importante que se apruebe por unanimidad de estas Cortes esta iniciativa, esta proposición no de ley, a que se rechace, aun con nuestro voto a favor, o que se apruebe por una mayoría que no suponga la unanimidad del Parlamento.”
Finalmente, hubo acuerdo entre las partes respecto al texto de la PNL, y esta fue aprobada por unanimidad de los procuradores presentes en las Cortes y el voto a favor de los tres partidos que integraban entonces el parlamento autonómico (PP, PSOE y UPL), contando con 74 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención. En el texto aprobado, se instaba a la Junta de Castilla y León a “impulsar el leonés dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad, con medidas encaminadas a su protección específica, en coordinación con las Administraciones Públicas competentes”, así como a “cumplir el mandato establecido en el Artículo 5.2 del Estatuto de Autonomía, y, conforme al mismo, regular la protección, uso y promoción del leonés”.
Hoy, diez años después, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL), manifiestan sentir “un sabor agridulce” por la efeméride, señalando que “por un lado recordamos con alegría la aprobación de aquella PNL, y con ello los diez años del hito histórico que supuso que se usase por primera vez el leonés en las Cortes autonómicas, abriendo el camino para que se usase posteriormente también en el Senado”, si bien “por otro lado nos apena que después de una década la Junta siga marginando el leonés y sin un plan específico para la protección de las variedades conservadas en Salamanca, Zamora y León”.