El Máster de Riesgos Naturales de la Universidad de León (ULE) se ocupa de formar profesionales cualificados para el análisis y conocimiento de los fenómenos naturales que son clasificados como ‘riesgos naturales’, y para ello ofrece una formación especializada, con un notable potencial en el mercado laboral y de relevancia en varios sectores de I+D+I.

La pandemia provocada por el Covid-19 y todas las consecuencias que ha generado la declaración del estado de alarma por parte de las autoridades, han permitido a la coordinación del máster confirmar lo oportuno de la atención que se presta en el programa a los riesgos naturales de carácter biológico, entre los que se incluyen circunstancias como las epidemias y otras crisis sanitarias.

Montserrat Ferrer, coordinadora de los estudios del máster que imparte la ULE, explica que con adecuadas medidas de prevención se podrían haber evitado parte de los daños del coronavirus. “Desde que apareció en China y se supo de su fuerte propagación en Italia, -comenta-, se sabía que aumentar la distancia social y lavarse las manos era algo básico pero, aun así, unas normas tan simples no se difundieron ni promovieron por ningún tipo de Administración (estatal, regional o local) hasta que los números de contagiados aumentaron considerablemente”.

EL PROBLEMA DE POBLACIONES QUE NO SABEN ACTUAR ANTE LOS RIESGOS



El programa del Máster de Riesgos Naturales, del que ya está abierto el plazo de matrícula, forma a sus alumnos para que sean capaces de comprender los tipos y formas de manifestación de los riesgos geológicos, meteorológicos, climáticos y biológicos, y la manera en la que afectan a la población. “Por desgracia, -explica Montserrat Ferrer-, demasiados casos en la gestión de riesgos naturales muestran poblaciones que no saben cómo reaccionar cuando un volcán próximo está activo (hacia dónde dirigirse, por ejemplo), viviendas que se edifican sobre terrenos que han sufrido inundaciones anteriormente o edificios que se construyen sin seguir la normativa sismo-resistente en zonas susceptibles de terremotos. Lo mismo ocurre cuando se presentan situaciones de crisis sanitarias como la que hemos vivido en las últimas semanas”.

En este contexto, y dado que estos fenómenos naturales seguirán sucediendo, “estar preparados para estos eventos es siempre la solución que disminuirá los efectos adversos de todo tipo”. Montserrat concluye que la inversión en prevención “supone muy poco dinero en comparación con las cuantiosas pérdidas económicas y humanas que generan estos desastres”, razón por la que señala que el Máster en Riesgos Naturales de la ULE continuará prestando en su próxima edición la atención a situaciones como la provocada por la crisis del coronavirus.