Un día queda para que el mundo conmemore y recuerde los disturbios de Stonewall en Nueva York,de 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual, y que dan sentido al Día Internacional del Orgullo LGTBI. Una celebración que algunos sectores tildan de "innecesaria", por considerar que los diversos colectivos (homosexuales, lesbianas, transexuales, bisexuales, etc.) ya cuentan con la aceptación del resto de la sociedad.
Pero lo ocurrido hace un par de días en Zamora capital demuestra que queda mucho por andar hacia el respeto a las diversas formas de identidad de género y sexualidad. Miguel y Adrián son una joven pareja de zamoranos que, como cualquier día, disfrutaban de un soleado día tras el levantamiento del estado de alarma, y que acabaron agredidos e insultados solo por su aspecto físico y su identidad sexual. Unos hechos que ya han sido denunciados ante la Policía Nacional.
Rondaban las 19 horas cuando la pareja, junto con un amigo, salían de su casa por la cuesta del Bolón. En medio de dichi lugar un coche frenaba delante de ellos para hacerles fotos con un móvil y "reírse". Todo porque estos dos jóvenes, "como habitualmente", iban maquillados y con zapatos de tacón. Algo a lo que no le dieron mayor importancia, ya que suele ser habitual para ellos despertar alguna mirada curiosa.
Un poco más adelante, los tres chicos continuaron su paseo por la calle Campo de Marte, hasta que escucharon el frenazo de un coche. En ese momento, los tres jóvenes vieron como un hombre se dirigía a ellos y les increpaba con insultos y el primer empujón. "Maricones de mierda, ¿qué hacéis mirando mal a mi hija?", explica Miguel a Noticiascyl Zamora. Ante la negativa de los jóvenes sobre dicha acusación, el hombre continuó con su agresió, hasta que el amigo de la pareja se interpuso y el agresor "se le echó encima tirando una moto que estaba estacionada" y ahí comenzaba una pelea en el suelo. Y para agravar más la situación, acto seguido hacía aparición la pareja de este hombre, "una mujer embarazada y con una niña de unos tres años", que también atacaba al amigo de la pareja "con una llave".
Pese a lo agresivo del suceso, afortunadamente, ninguno de los tres jóvenes resultaba herido de gravedad. Al momento, la Policía Nacional se presentaba en el lugar para identificar a todos los protagonistas, y los jóvenes acudían al hospital Virgen de la Concha para obtener un parte de lesiones y presentar la pertinente denuncia.
La pareja ha tenido que cambiarse de domicilio
Miguel y Adrián residían hasta ayer en una vivienda en el barrio de San José Obrero, "en el piso de enfrente" de sus agresores. Por miedo a que el suceso se repita o, incluso, vaya a más, los jóvenes han decidido abandonar su vivienda en alquier, "perdiendo la fianza" y buscar otro lugar donde vivir.
Y es que hasta ahora la vida de estos jóvenes había sido normal. Pese a alguna mirada de curiosidad, Miguel trabaja a diario "en un bar de barrio", que regenta junto a su madre, y asegura no haber tenido nunca ningún problema con sus clientes. "Suelen ser gente mayor, que incluso me da su opinión sobre mis maquillajes y peinados". Un comportamiento normal y cívico, que debería reinar entre toda la población.