La Guardia Civil destruyó durante el pasado año un total de 6.108 armas en Castilla y León, entras las que 3.644 eran de fuego, según informa el Instituto Armado a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Por provincias, en Ávila se destruyeron un total de 200 armas, (9 cortas, 120 largas, y 71 de otra variedad); en Burgos, 649 (105 cortas, 465 largas y 79 de otra variedad); en León, 1.352 (147 cortas, 859 largas y 346 de otra variedd); en Palencia, 248 (17 cortas, 212 largas y 19 de otra variedad); en Salamanca, 907 (38 cortas, 280, largas y 589 de otra variedad); en Segovia, 357 (29 cortas, 171 largas, 157 de otra variedad); en Soria, 287 (17 cortas, 237, largas, 33 de otra variedad), en Valladolid, 2.108 (166 cortas, 772 largas, 1170 de otra variedad). En Zamora no se contabiliza ninguna según la Guardia Civil.
En el conjunto nacional se destruyeron 86.566 armas, más de 62.000 eran de fuego. Estas actuaciones se enmarcan dentro de la normativa vigente en España y se suma al Programa de Acción de Naciones Unidas sobre el comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras, que tuvo su origen en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras celebrada en Julio de 2001.
Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que el Estado tiene, se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.
Estas unidades, controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo. Así mismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.
La inutilización de un arma, a partir del año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas las piezas fundamentales de ésta, siendo imposible volver a usarla con plena capacidad de funcionamiento, detalla el comunicado.
Igualmente, la Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos, penales o administrativos y tras el correspondiente procedimiento se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.