La Gerencia del Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha iniciado las obras para la climatización de las habitaciones ubicadas en las cinco alas de hospitalización que quedaban pendientes (147 camas en total) para culminar el proceso de mejora de la confortabilidad, con el objetivo de aumentar la comodidad de pacientes y familiares y optimizar las condiciones de trabajo de los profesionales.
En concreto, se ha iniciado la climatización de las habitaciones situadas en las alas 2ª norte, 4ª norte, 5ª oeste, 6ª norte y 7ª norte a las que se dota de refrigeración desde la producción centralizada del edificio.
En total, la superficie a climatizar en las cinco alas asciende a 1.264,2 metros cuadrados y se cuenta con un presupuesto de 362.100 euros, han informado a Europa Press fuentes sanitarias.
La reforma se ha estructurado en fases, debido a que las obras tendrán un lógico impacto sobre el funcionamiento normal de los servicios afectados, debiendo cerrarse cada planta, ejecutar la obra y volverla a abrir para su uso.
En la primera fase, que ha comenzado este 13 de julio y finaliza el 7 de septiembre, se interviene en las plantas 7ª Norte, 6ª Norte y 5ª Oeste, con un total de 87 camas que van a mejoradas su confort.
El comienzo de la segunda fase, que afecta a otras 60 camas, está previsto en la primera quincena de septiembre, si bien el mismo estará a expensas de la actividad asistencial, y muy especialmente este año de la posible atención a pacientes COVID.
Para la ejecución de las obras será necesario desmontar antiguos equipos que están fuera de servicio, tanto de producción y bombeo como conducciones de aire. Se ha aprovechado además para mejorar el consumo energético de uno de los sistemas de frío del hospital, instalándole un variador de velocidad.
El proyecto contempla un sistema de bombeo, tubería, valvulería y emisores para suministrar frío a cinco alas de hospitalización. Además, incluye la albañilería necesaria para ejecutar las obras, con nuevos falsos techos donde sea necesario en los que se instalarán fancoils que estarán dotados de termostato para controlar tanto temperatura como velocidad del ventilador.
El Hospital realizará un seguimiento periódico de la evolución del consumo de energía y de agua de la instalación, con el fin de poder detectar posibles desviaciones y tomar las medidas correctoras oportunas para conseguir una mayor eficiencia energética.