Colectivos de Soria, Burgos y Valladolid han convocado una nueva marcha lenta este domingo, 9 de agosto, para exigir financiación de la Autovía del Duero.
De esta forma, las tres provincias se volverán a unir en una nueva movilización a 50 kilómetros por hora organizada por las plataformas Soria ¡YA!, A 11 Pasos y Plataforma por las Infraestructuras y Sanidad de la Ribera del Duero Burgalés.
En la convocatoria de este año, la localidad ribereña de Aranda de Duero será el punto de partida con destino a Peñafiel, según informa los convocantes a través de un comunicado remitido a Europa Press.
En esta ocasión, el foco de la reivindicación se pondrá en el tramo de la Autovía del Duero que hay entre los municipios vallisoletanos de Castrillo de la Vega y Quintanilla de Arriba, "uno de los más retrasados del proyecto de construcción de la A-11".
Soria ¡YA!, Plataforma de Aranda de Duero por las Infraestructuras y A 11 Pasos han afirmado que no van a "cejar en su empeño" de ver finalizada la Autovía del Duero en su totalidad, "pese a los insignificantes avances que se producen cada año y la retahíla de excusas para no afrontar en serio una infraestructura trascendental para el futuro de todos los castellanoleoneses".
Así, y para exigir un impulso "decidido" a estas obras que conduzca a su "definitiva finalización", las tres plataformas convocan a la ciudadanía que desee sumarse a esta reivindicación que, apuntan, "es de todos", a unirse a la marcha lenta de protesta del próximo 9 de agosto, que partirá del Recinto Ferial de Aranda de Duero a las 11.00 horas y atravesará el casco urbano de la localidad.
El final de la marcha lenta tendrá lugar en Peñafiel, en un parking público cercano a Bodegas Protos, donde se leerá un manifiesto por parte de las tres plataformas organizadoras, reivindicando la urgente necesidad y prioridad de esta infraestructura vertebradora de territorio.
Esta nueva marcha lenta es resultado de la "falta de compromiso" político de los diferentes Gobiernos de España con esta infraestructura. Las tres plataformas convocantes consideran que no se dan pasos decididos ni hay voluntad de finalizar una obra que lleva más de 20 años de retrasos, cientos de muertes y muchas familias rotas.