La Denominación de Origen Rueda ha comenzado su vendimia "en tiempos de COVID-19" con unas "excelentes previsiones" y un "gran estado sanitario de la uva, mayoritariamente blanca y de tipo verdejo, aunque también con "incertidumbre, como en otros sectores".
La recogida ha arrancado con las variedades que poseen un ciclo vegetativo más corto y una maduración más temprana, como la Sauvignon Blanc y la Chardonnay, esta última es una de las variedades nuevas autorizadas en el nuevo pliego de condiciones de este año en la D.O.
Otra de las grandes novedades de esta campaña es la producción del Gran Vino de Rueda, que supone un valor añadido para los consumidores, ya que se realiza con uvas provenientes de viñedos con más de 30 años de antigüedad, lo que permite mantener el viñedo antiguo y preservar el patrimonio de la zona.
A lo largo de las próximas semanas la vendimia se generalizará tanto a las bodegas como al resto de variedades, cuando alcancen su grado de maduración idóneo para la recolección. Se espera que la vendimia de la variedad Verdejo, autóctona de la zona y la más extendida, comience la próxima semana.
Este año, la campaña cuenta con 1.580 viticultores, 74 bodegas elaboradoras registradas tras sumarse las nuevas Bodegas Cyatho, Lagar de Moha y Finca Caraballas y con una superficie inscrita de 19.892 hectáreas.
De ellas, el 97,87 por ciento (19.470 hectáreas) corresponden a variedades blancas y de éstas, el 87,88 por ciento (17.111 hectáreas) son de Verdejo, variedad principal de la Denominación de Origen Rueda.
La presidenta de la D.O, Carmen San Martín, ha destacado que la campaña comienza con "incertidumbre al igual que en muchos sectores", debido a que el COVID-19 ha generado una situación de "gran preocupación, pues a los efectos comercialmente adversos que ya se han producido, se une ahora el deber para bodegueros y viticultores, de minimizar los riesgos de contagios, con especial atención en las labores de vendimia manual, con la dificultad que ya tienen de por sí".
"Afortunadamente", ha destacado San Martín, también hay motivos para ilusionarse ya que esta campaña "resulta muy especial, ya que además de unas excelentes previsiones, trae grandes novedades, como la incorporación de la variedad Chardonnay o la categoría Gran Vino de Rueda, y la coincidencia con el 40 aniversario de la denominación de origen".
CONTROLES DE CALIDAD
La principal función del Consejo Regulador de la D.O. Rueda es controlar el origen y la calidad, por lo que los Servicios Técnicos se encuentran en pleno funcionamiento, inspeccionando la procedencia de la uva, las producciones por hectárea de los viñedos, el estado sanitario y la cantidad de uva de cada variedad.
Posteriormente la recogida se entrega en cada una de las bodegas, desechando las partidas que no cumplan los requisitos establecidos por el Reglamento del Consejo Regulador.
Este año se contratarán unos 20 auxiliares para esta vendimia que, junto a los ocho veedores del Consejo Regulador, llevarán a cabo los controles necesarios.
El CR realizará las pruebas PCR a estos auxiliares con el objeto de minimizar riesgos de contagio y colaborará con la Junta de Castilla y León en la realización de las pruebas diagnósticas a los temporeros itinerantes que contraten las bodegas para esta vendimia.
La vendimia de Rueda se caracteriza por realizarse de noche y a máquina. Estos dos factores influyen de manera decisiva en la calidad de los vinos.
La mecanización permite que la recogida sea selectiva por parcelas, en función de la maduración y a criterio del enólogo. Por tanto, se decide el momento óptimo de su recogida, consiguiendo aumentar el nivel de calidad de las partidas de uva que entran en bodega.
Por su parte, al vendimiar de noche se aprovecha la bajada de las temperaturas, reduciendo al máximo las posibles oxidaciones, conservando las cualidades organolépticas en perfectas condiciones y mejorando el equilibrio entre graduación y acidez, lo que es muy importante para la elaboración de vinos de calidad.