Las carreteras de Castilla y León se cobraron la vida este verano, entre julio y agosto, la vida de un total de 29 personas, una más que en el mismo periodo del año anterior (+3 por ciento), y ello a pesar del descenso de hasta un 14 por ciento en la movilidad registrada con motivo de la pandemia por la Covid-19, situación en parte motivada por el exceso de velocidad detectada en las vías de alta capacidad.
"Algo hemos hecho mal", ha lamentado el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, durante el balance de la campaña de tráfico estival en la Comunidad, acto en el que ha contrastado precisamente ese notable descenso en los desplazamientos a causa de la pandemia, en buena parte a causa de la supresión de la 'operación estrecho', al cerrarse el flujo de vehículos entre Francia y Marruecos a través del paso de Algeciras, y el hecho de que contabilicemos una víctima más y que la proporción de siniestros entre las convencionales y las de alta capacidad no haya sufrido apenas variación.
En su análisis de lo ocurrido, encuentro con los medios en el que ha estado acompañado por la coordinadora regional de Tráfico, Inmaculada Matías, y el teniente coronel y nuevo jefe del Sector en Castilla y León, Francisco González Iturralde, en el que ha sido su presentación pública oficial, Izquierdo ha subrayado que los desplazamientos en la Comunidad se han situado en 13,2 millones, frente a los 15,4 del ejercicio anterior, pese a lo cual la Comunidad suma una víctima más que en la campaña de 2019.
"El pasado mes de julio dije que probablemente este año habría menos accidentes en las carreteras convencionales, y me equivoqué", ha insistido Izquierdo, en alusión a los 23 siniestros mortales (79% del total) en las convencionales y los seis fallecimientos en autopistas y autovías, una proporción similar a la de la anterior campaña.
En este sentido, el delegado, en declaraciones recogidas por Europa Press, atribuye lo ocurrido al exceso de velocidad en la mayor parte de los siniestros en las vías de alta capacidad, si bien a la cabeza de las causas figura la distracción, buena parte de las ocasiones por el uso del teléfono móvil, de ahí el llamamiento realizado a los conductores para que respeten los límites de velocidad, se abstengan del uso de dispositivos móviles y del consumo de alcohol y de drogas.
A ese llamamiento se ha sumado el uso de los sistemas de retención infantil y cinturones de seguridad, dado que un 27 por ciento de los fallecidos en las carreteras españolas no hacían uso de él--es la cifra más alta en los últimos diez años--, así como una mayor sensibilización con los colectivos vulnerables en tráfico, como peatones, ciclistas y motociclistas, que suponen el 21 por ciento de las víctimas mortales en la Comunidad.
Al respecto, de las 29 víctimas en la Comunidad, 16 eran conductores, entre ellos un motorista; ocho pasajeros y cinco peatones, sin que entre las víctimas figurara en esta ocasión ciclista alguno.
Radiografía de la accidentalidad
Durante este verano se han producido cuatro accidentes mortales con más de un fallecido, de modo que el 18% de los accidentes han ocasionado el 35% de los fallecidos.
La colisión es el tipo de accidente que más víctimas mortales ha supuesto, el 45%, con 13 fallecidos, seguido de la salida de vía, el 38%, con 11 fallecidos.
Por edad, el mayor número de fallecidos se concentra en la franja de mayores de 65 años, con diez fallecidos, el 34% del total, seguido de la de 55 a 64 años, con siete fallecidos, el 24%.
El 10% de los fallecidos en turismo y furgoneta no hacía uso del cinturón de seguridad (2). Respecto al motorista fallecido, sí utilizó el casco.
En cuanto a los menores fallecidos (dos en turismo y uno en autocaravana), la menor fallecida que viajaba en la autocaravana no utilizaba accesorio de seguridad.
Por provincias, respecto del verano pasado, las que han registrado mayores descensos han sido Valladolid, Soria y Zamora (- dos).