Leche Gaza ha apostado por un diseño más sostenible para su nuevo formato de envases, que verá la luz en octubre, en paralelo al traslado de la fábrica a las nuevas dependencias de Coreses.
El nuevo envase contará con un formato “más atractivo, cómodo y ecológico” y en el que todas las emisiones de CO2 para su producción serán neutralizadas a cero. Así lo ha explicado el director gerente de Leche Gaza, Ignacio Quintanilla, que ha destacado la mirada al futuro que implica este cambio, y que ha incidido también en la reducción del uso de plásticos.
De este modo, la central lechera zamorana da un paso más en la mejora de la sostenibilidad, uno de los pilares de un proyecto comprometido con Castilla y León y con su gente, así como con el servicio de calidad a los consumidores, el precio justo para los ganaderos y el bienestar animal.
El inminente lanzamiento del nuevo envase ha sido uno de los asuntos que se han tratado durante la asamblea ordinaria celebrada este viernes, que ha tenido lugar en una fecha atípica tras ser aplazada en el mes de junio por culpa de la pandemia del COVID-19.
Desde Leche Gaza se han tomado estrictas medidas de seguridad para que la reunión se desarrollara dentro de los parámetros de seguridad marcados por las autoridades competentes. De ahí que los socios asistentes hayan guardado una distancia de seguridad de dos metros, hayan permanecido en todo momento con la mascarilla y hayan hecho uso del gel hidroalcohólico disponible para la desinfección de las manos.
Del mismo modo, en aras de evitar cualquier situación de riesgo, Leche Gaza ha optado por suprimir la tradicional comida posterior a las asambleas, y también ha cancelado el desplazamiento a las nuevas instalaciones de la empresa, donde tenía pensado que acudieran los socios para llevar a cabo una visita.
En cuanto al contenido de la asamblea, la reunión ha servido para aprobar las cuentas de 2019 y hacer balance de un ejercicio que vino acompañado de un crecimiento “lento, pero sostenido”. Leche Gaza ha afianzado su cuota de mercado en un sector estable, que se ha visto menos afectado que otros por las consecuencias económicas de la pandemia.
En ese sentido, cabe destacar que la central lechera zamorana cerró el ejercicio anterior con una facturación de más de 36,5 millones de euros, y espera poner fin a 2020 con un volumen de ventas por encima de los 37 millones.
En cuanto a las exportaciones, Leche Gaza sí sufrió una etapa complicada por culpa de la pandemia, pero poco a poco ha ido recuperando la normalidad, e incluso está abordando ya nuevas propuestas.
Como es lógico, el horizonte inminente pasa ahora por la llegada a la nueva fábrica. Desde hace unas semanas, Leche Gaza está realizando pruebas en las instalaciones de Coreses, y espera trasladar toda su producción allí antes de que termine el año.