Narciso Lorenzo es natural de Guarrate y lleva desde 2009 al servicio del Ejercito Español. Entró en el sexto ciclo del Ejercito de Tierra Escala de Tropa, en especialidad de Infantería Ligera. Ha servido en misiones en Afganistán, con la organización operativa ASPFOR XXXII, y en el año 2016 accedió a la última convocatoria de vacantes para la Unidad de Emergencias, entrando en 2017 tras pasar las pruebas en la Academia de Infantería de Toledo. 

Ha participado en la Operación Balmis, para desinfectar ciudades y pueblos de toda España, incluidos varios de la provincia de Zamora, como Toro, Puebla de Sanabria o Benavente, y contener así la propagación del Covid-19 durante las épocas más duras del confinamiento. En estos días ha formado parte de la Operación Baluarte, que ha encargado a soldados de las Fuerzas Armadas la tarea de rastrear los contagios de Covid-19 por todo el país, como apoyo de los Servicios de Sanidad de las diferentes comunidades autónomas. Noticiascyl Zamora ha charlado con él para conocer de cerca el trabajo de este zamorano dentro de esta tarea tan especial y que vuelve a ponerle delante del virus, esta vez, para encontrar su rastro y evitar su propagación entre las personas.

Pregunta.- La figura del 'rastreador' es famosa pero a la vez misteriosa para los habitantes de a pie, ¿cuál es vuestro trabajo cómo rastreadores sanitarios?

Respuesta.- Nuestro trabajo como rastreadores sanitarios se basa principalmente en contener la propagación del virus y proteger la salud de las personas. Si podemos limitar contacto entre personas infecciosas y otras tendremos oportunidad de aminorar la trasmisión del virus.

P.- ¿Cómo se realiza ese trabajo? ¿Cómo es esa organización de la UME junto con los Servicios Sanitarios?



R.- Se realiza mediante llamadas telefónicas. El Ministerio de Defensa colabora con el Servicio de Salud Pública en el rastreo de casos y contactos. Nuestro servicio de la UME nos proporciona contactos a los que llamar. Después de presentarnos, tener una toma de contacto y cerciorarnos de la situación del paciente, pasamos a la toma de datos. Se les realizan unas preguntas sencillas y básicas de salud en las que identificamos contactos y aconsejamos el confinamiento a aquellos que han resultado positivo en su PCR y a los contactos directos. Tras esto se continúa con el rastreo de contactos del paciente para así contener la propagación y cortar la cadena de contagios. 

P.- ¿Cuáles son esas preguntas?

R.- Pues, a parte de las preguntas básicas sobre su estado de salud, también preguntamos a qué centro de salud pertenece, los contactos que ha podido tener en el trabajo 48 horas antes del contagio, para poder coger posibles contactos. 

P.- A día de hoy puede que sea una de las llamadas que nadie quiere recibir, ¿cuál suele ser la reacción de las personas?

R.- Las reacciones son muy dispersas. Aunque la gran mayoría ya sabe que son positivas, porque han sido informadas por sus centros de salud. Cuando se lo comunicamos, se nota aquellos que ya conocen la noticia con los que no. Hay algún caso que se ha derrumbado emocionalmente, porque piensan que pueden perder el trabajo, porque es el único sustento que hay en la casa. O he tenido alguna llamada en una familia, donde una persona mayor había fallecido por Covid, y tener miedo de que le pueda pasar a ellos también. 

P.- ¿Cómo suele ser de difícil entonces ser informar a los contactos de un positivo en Covid?



R.- Las dos primeras llamadas han sido un poco más difíciles, con algo de miedo. Cuando entras en la dinámica es más fácil, aunque siempre te queda el 'gusanillo' dentro de tí. Comunicar a una persona que es positivo en coronavirus no es fácil. 

P.- ¿Cómo es la formación para prepararse para estas llamadas? ¿Cuál es la actitud a la hora de enfrentarse a comunicar positivos o ser contacto directo?



R.- La formación se basa en un curso y en unas jornadas de rastreadores. Esto consta de un temario y unos exámenes que hay que ir superando. La formación tiene unos aspectos básicos del Covid-19, de rastreo, pasos para investigar casos, fundamentos legales de los rastreos, herramientas de Salud Pública, habilidades para tener una comunicación eficaz... 

P.- Supongo que tenéis que ser también un poco 'psicólogos'?



R.- Es muy importante estar preparado psicológicamente. Durante las jornadas también disponemos de psicólogos que nos ayudan, con cualquier duda que nos pueda surgir. A parte de las charlas que previamente nos han dado y los ejercicios prácticos que hemos hecho con ellos. Antes de entrar a llamar nos hacen casos prácticos reales, para saber y ver cómo reaccionamos. Es un tema delicado, no sabes lo que te vas a encontrar en la otra parte del teléfono. 

P.- ¿Se percibe un buen nivel de concienciación entre la población a la hora de cumplir la cuarentena cuando se les da esa noticia?



R.- Sí. Habitualmente la población está muy concienciada con la situación actual de salud pública. Generalmente las cuarentenas se están cumpliendo, aunque también me nos hemos encontrado casos de personas que se estaban saltando la cuarentena. He tenido un caso personalmente que cuando lo he llamado no estaba en casa cumpliendo. En estos casos damos parte a las Fuerzas de Seguridad para que intervengan y hagan la denuncia correspondiente. Es un delito de salud pública y tenemos que hacerlo, para que los agentes busquen a esa persona. 

P.- A lo largo de la jornada supongo que te vas encontrando de todo. ¿Alguna llamada graciosa que se pueda contar?



R.- Tuve una llamada muy graciosa. En ella, durante el control habitual de los primeros días, esta persona me comentó que lo había pasado muy mal, pero que ya se encontraba mejor. Y días más tarde, cuando volvíamos a llamar, se ponía a contar chistes y me decía si tienes tiempo, te cuento uno muy bueno. Te das cuenta de que hay personas que se lo toman con buen humor.

P.- ¿Y alguna especialmente emotiva?



R.- Con una madre de familia me pasó que se emocionó, porque sus cinco hijos y ella se habían contagiado. Afortunadamente todos se habían recuperado y estaba muy agradecida porque no esperaba una llamada de un rastreador de la UME. 

P.- Hacéis llamadas a todos los puntos de España. ¿Ya ha coincidido alguna llamada a Zamora? ¿Se siente algo distinto? ¿Cuesta más dar la noticia?



R.- Hacemos llamadas a toda España y no me ha coincidido nadie de mi provincia. Pero si me pongo a pensarlo si sientes algo distinto, porque somos pocos y si me tocara dar esta noticia a alguien de Zamora me costaría más, porque nos conocemos casi entre todos. Me ha pasado cuando he hecho una llamada a Valladolid, donde tengo familia, y nunca sabes si vas a hacer una llamada y al otro lado del teléfono puede estar un familiar o algún contacto estrecho de alguien conocido tuyo o alguien de tu familia. Imagina que estoy llamando a un chico de 19 años que es positivo, y me cuenta que uno de los contactos es mi propia prima. 

P.- Vuestra primera intervención durante la pandemia fueron las desinfecciones masivas, dentro de la Operación BALMIS y vosotros sois una Unidad de Emergencia, dentro del Ejercio Español. ¿Realmente se percibió como 'de emergencia' tener que salir a desinfectar calles, centros de salud y residencias, al mismo nivel que acudir a un incendio descontrolado o un terremoto, por los que normalmente os movilizan?



R.- Sí e incluso más emergencia que ir a luchar contra incendios forestales o el terremoto de Lorca. Estamos hablando de una pandemia mundial declarada por la OMS y están muriendo cientos de miles de personas, tanto en España como en el resto del mundo. Hablamos de un virus del que no hay vacuna y es mas serio de lo que parece. Es una misión mucho mas importante, incluso. 

P.- Como decía antes, de forma generalizada, la UME era conocida por actuaciones muy concretas, como en su lucha contra los incendios, sus actuaciones de auxilio durante fuertes nevadas o durante el terremoto de Lorca. ¿Se puede decir que sois la 'cara más amable' del Ejercito Español?



R.- No es que seamos la cara más amable del Ejercito. Es que por la Unidad a la que pertenecemos, como su propio nombre indica, somos los primeros en actuar ante una emergencia nacional o internacional. En terremotos, nevadas, inundaciones, rescates... Por ejemplo, en la Operación Balmis y en la Operación Baluarte, también somos los primeros en actual, pero luego vendrán otras unidades de las Fuerzas Armadas, porque este virus lo tenemos que parar entre todos. 

P.- ¿Ha podido la pandemia del Covid a ayudar a que la población tenga una imagen más formada y os valore más como cuerpo dentro del Ejercito? 



R.- Sí, bueno, siempre hemos estado ahí ayudando a la población, más cerca o menos de ellos, pero siempre que se nos ha requerido. La imagen que tenga la población de la UME será dispar, para unos será muy buena y para otros mala, como en todo. A nosotros no nos tiene que influir para nada, estamos para ayudar en todo caso, para actuar en cualquier emergencia de forma rápida y eficaz. Aunque sí es cierto que la pandemia nos ha unido más con la población con las desinfecciones y rastreando, estamos en un contacto más directo, estamos con ellos como quien dice, y puede que nos hayan conocido y valorado más de cerca. Pero esto es una lucha contra el Covid y estamos todas las Fuerzas Armadas unidas. 

P.- Pero sí que es verdad que os han visto a la puerta de sus casas o residencias trabajar por controlar el avance del coronavirus, mientras ellos, además, no podían salir. Algo que igual no ven cuando vais a incendios, por ejemplo.



R.- Claro. Por eso había mucha gente que no nos conocía y a raíz de esto nos conoce. Pero tras nosotros han ido otras brigadas de las Fuerzas Armadas también a ayudar. 

P.- Para cerrar, ¿cuándo ingresaste en la UME esperabas terminar haciendo un trabajo como este?



R.- Sinceramente no. Desde el 2006 que se fundó la UME nunca se había actuado ante un virus, y menos ante una pandemia mundial. Cuando ingresé hace cuatro años sabía que trabajo desempeñaba este batallón, pero nunca pensé que terminaríamos actuando contra un virus. Nadie se podía pensar algo así. Estamos preparados para actuar ante cualquier emergencia y así ha sido también contra el Covid y seguiremos luchando hasta acabar con él.