Eduardo García Prieto destaca el agotamiento de los profesionales sanitarios en esta entrevista y de cara a la segunda ola de la pandemia que ya se vive tanto en la ciudad del Pisuerga como en la provincia.

Charlamos con el gerente de Salud de las Áreas de Valladolid sobre la situación de los hospitales, los contratos de los profesionales con su apuesta clara por “renovar” todos, de la vacuna y de muchas cosas más a continuación. 

Pregunta. Tomó posesión del cargo en noviembre tras el cese de Violeta Martínez Pindado. Quién le iba a decir que iba a encontrarse con esta pandemia de la COVID-19 que está azotando al mundo entero.



De vez en cuando digo que esto es como si estamos en guerra



Respuesta. Nadie se lo esperaba. Ha sido algo que nos ha pillado a todos por sorpresa, a todo el sistema sanitario. Creo que este ha sido realmente el problema. A partir de un determinado momento, con la incidencia que había en China, después en Italia y en otros países, sabíamos que iba a llegar a España pero la pandemia ha provocado una situación desconocida hasta ahora. De vez en cuando digo que esto es como si estamos en guerra.

P. ¿Cómo están los hospitales de Valladolid ahora mismo?



R. Seguimos incrementando el número de pacientes hospitalizados. En estos momentos tenemos 74 pacientes en el Río Hortega , 66 en el Clínico y 33 en Medina del Campo. En las zonas de UVI, 17 y 15, en Clínico y Río Hortega respectivamente.

No son las cifras que teníamos en la época más alta de la pandemia, donde acumulábamos 240 pacientes en cada uno de los dos hospitales y 50 personas en cuidados críticos, pero son datos preocupantes porque pueden empezar a afectar actividad ordinaria de los centros y esto es lo que tratamos de evitar.

P. ¿Cómo está el brote del Hospital de Medina del Campo?



R. El brote está controlado en el Hospital pero se están detectando bastantes personas positivas en la Ciudad. A consecuencia de ello están apareciendo pacientes que necesitan de hospitalización, de ahí el incremento de pacientes en este centro.

P. Podrían estar a finales de septiembre colapsadas las UCI de los hospitales vallisoletanos?



El comportamiento del virus es muy errático

R. No lo sabemos. El comportamiento del virus es muy errático. Todos esperábamos que hubiera una segunda ola, menos intensa que la primera, pero lo que decían los epidemiólogos y los expertos en virología es que esta llegaría en octubre, sin embargo ha llegado antes. Ha empezado en agosto y hay que ver cómo se comporta en octubre.

Han podido influir muchas cosas. Esto no lo digo como experto, sino como observador, salimos del confinamiento, ha habido vacaciones, ha aumentado la movilidad, se han desarrollado las “fiestas no fiestas” y ha aumentado esa sensación de libertad y de que esto se había acabado. Quizá esto ha sido lo que ha provocado, y es una opinión, que la segunda ola se adelantara. 

Si ahora volvemos a tomarnos las cosas en serio, a usar la mascarilla cuando estamos con otras personas, si limitamos los contactos y la movilidad, si cumplimos los confinamientos tras contactos, puede ser que tanto el Covid como el resto de patologías respiratorias tengan otra época de descenso. Todo esto está muy relacionado con las medidas de protección que adoptamos en la calle. Por ello siempre insistimos en el cumplimiento de las medidas higiénicas, son las que nos pueden ayudar  a que esta segunda ola sea menos intensa. 

P. ¿Se piensa en habilitar de nuevo el Hospital de Campaña en la Feria?

R. No, barajamos otras opciones.



P. ¿Una de ellas es habilitar alguna zona del antiguo Hospital Río Hortega para pacientes con COVID-19?



R. Estamos trabajando, desde el mes de junio, en incrementar el número de camas con destino a pacientes que puedan tener infección por covid, para ello estamos habilitando 186 camas en el antiguo Hospital del Río Hortega. Las primeras 50 estarán preparadas a primeros de octubre. A lo largo del mes abriremos el resto.

En el Clínico se están habilitando 9 puestos más de UCI que se encuentran en obras. Estas finalizarán la semana que viene. Después afrontaremos la fase de limpieza, de desinfección y de comprobación de que todo está en orden. Esperamos ponerlo en marcha en el mes de octubre.

P. ¿Qué se ha hecho mal para que el 1 de agosto tuviéramos en Valladolid 5 hospitalizados en planta y 2 en UCI en Valladolid y ahora la situación sea esta?



Ha habido una cierta relajación y alegría 



R. Ha habido una cierta relajación y alegría. Puede ser lógica y de esperar tras estar tres meses confinados. Todo el mundo estaba deseando dar un abrazo a los amigos, y nos hemos olvidado que el virus seguía con nosotros.

P. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, insiste en las últimas comparecencias en que la situación es más negativa en Valladolid Este. ¿Por qué se produce esto? ¿Por qué crece más rápido el número de contagios?



R. No es que crezca más rápido, es que ha crecido un poco más tarde. Ahora está creciendo muy rápido en el número de infectados pero, probablemente, lleguemos a la misma situación. Poco a poco los datos se están igualando y están teniendo una evolución similar.

El incremento de infectados que tengamos hay que ponderarlo con el aumento de ingresados que al final acaba traduciéndose en un incremento de pacientes en UCI. Se están haciendo más PCR, y por lo tanto detectamos más personas infectadas, pero muchos son asintomáticos y guardan cuarentena en casa sin necesidad de ser ingresados.

La evolución de la enfermedad depende, fundamentalmente, del comportamiento de la gente y por eso es diferente en cada zona básica, pero creo que ambas Áreas se van a ir igualando.

P. Usted fue gerente de Atención Primaria del Área Oeste de Salud. ¿Cómo ve ahora mismo la Atención Primaria con la COVID.



R. En atención primaria y en los hospitales, los profesionales están cansados, saturados. El nivel de trabajo que tienen es muy alto y hemos pasado de los aplausos a las críticas, en poco tiempo.

La forma de trabajar en Atención Primaria la hemos modificado y hay gente que no lo entiende que quieren acudir presencialmente a su centro de salud o consultorio para resolver su problema. Si permitiéramos que la gente acudiera de forma descontrolada a los centros volveríamos a tener salas de espera llenas, y estas se convertirían en un foco grande de contagio.

Por ese motivo se ha implantado la consulta telefónica, y desde la Consejería de Sanidad se está trabajando para modificar el sistema de citas y facilitar la accesibilidad por esta vía,  tenemos que homogeneizar las agendas para que se pueda citar todo, ya sea para hacerse una consulta con enfermería, médico, extracción sanguínea, citología, consulta con el dentista… que todo se pueda hacer con el sistema automático. Para evitar teléfonos bloqueados.

Para ello también estamos poniendo también en marcha unidades de call-center centralizadas que están funcionando bastante bien como respaldo a los centros de salud rurales y valoramos que esto se haga para el resto de centros con el fin de dar apoyo y úna respuesta telefónica más rápida.

Queremos evitar el desplazamiento al centro de salud siempre que no sea imprescindible. Valoramos también la posibilidad de crear unidades centrales para la capital, tanto para la toma de PCRs como para las consultas respiratorias.

El objetivo que nos marcamos con todo esto es el de conseguir que los médicos y las enfermeras de Atención Primaria puedan seguir atendiendo las patologías crónicas y aquellas agudas que puedan surgir y que no están relacionadas con problemas respiratorios. Para ello hay que sacar de los centros de salud todo aquello que se pueda resolver telefónicamente. 

P. ¿Cómo ve la opción de las Arcas de Noé?



R. Nosotros trabajamos de manera muy estrecha con la Delegación Territorial en Valladolid, recibiendo mucho apoyo de ellos, y también con la Gerencia de Servicios Sociales y estamos buscando espacios que sirvan de Arca de Noé para aislar a personas que lo necesiten y no tengan condiciones en su casa o residencia para hacerlo.

Un ejemplo es, en una familia, una persona que esté infectada y los demás no. El contagiado debe ser aislado pero vive en una casa pequeña y tiene problemas. A esto estamos intentando buscar soluciones y lo hacemos entre Servicios Sociales y Sanidad porque acaba siendo un problema de los dos.

P. Como barruntaba hace unas preguntas, el personal sanitario llega cansado a esta segunda ola. ¿Cansado o agotado?



Los profesionales están agotados. Han tenido que ver a pacientes que morían solos



R. Los profesionales están agotados. Han tenido que ver a pacientes que morían solos y a los que ellos tenían que dar esa compañía y ese cariño que no estaban recibiendo, al no poder, de sus familias.

A lo que están acostumbrados nuestros médicos y enfermeras es, no voy a decir a salvar vidas, pero sí ayudar a recuperar la salud a las personas. Han aprendido a convivir con la muerte y el dolor, pero nos sigue afectando igual que a todo el mundo. El tener a nuestro alrededor gente que fallece nos afecta.

P. ¿Se han producido nuevas contrataciones para hacer frente a esta segunda oleada?



R. Estamos apostando por renovar todos los contratos que tenemos. Que no se deje escapar un solo médico ni una sola enfermera. Este es el mensaje que estamos transmitiendo. Luego hay circunstancias especiales pero la consigna es esta. Si podemos contratar a más gente, mejor.

Se nos avecina un momento difícil porque hay personas que se jubilan. Eso demuestra también el cansancio de los profesionales porque hay alguno que había pedido la prolongación en el servicio activo y ahora han dicho que no.

Vamos a tener, además, concursos de traslados y de oposición que provocan movilidad de personas y que pueden conducir situaciones o temporadas en los que el problema de escasez de médicos y enfermeras se puede notar más.

P. ¿Cómo están de EPIs?



R. Esto no lo podemos saber nunca. Nosotros intentamos tener EPIs suficientes para tres o cuatro meses e irlo renovando continuamente. Nos ponemos en una situación extrema, como cuando estábamos en marzo, para el cálculo. Estamos poniendo todos los medios para que no haya problemas y que no nos desborde la situación.

P. ¿Volveremos en el mes de octubre a lo que vivimos en marzo?



R. Hay una gráfica circulando que medía la evolución del brote epidémico de gripe de Australia, donde están en invierno. Ha sido prácticamente plano. Si utilizamos las mascarillas, si estamos protegiéndonos y protegiendo a los demás y tomamos todas las precauciones, las enfermedades respiratorias tendrán menor transmisión y el COVID es una enfermedad respiratoria.

Adoptando estas medidas, lo lógico es esperar que tengan sus resultados y la curva epidémica disminuya. No podemos saber cómo va a evolucionar.

P. ¿Cuándo llegará la tan ansiada vacuna?



R. Hay que esperar. Lo que sí que es importante es que la gente se vacune de la gripe este año.

P. ¿Haría un llamamiento a la población para que no tengamos que vivir esa misma pesadilla que en el mes de marzo?



R. Es muy importante la comprensión con los sanitarios. Les hace falta, lo están pasando muy mal. Ha cambiado su forma de trabajar. La carga asistencial que tienen en estos momentos es muy superior a la de antes de la COVID. Es muy duro.