Fuentesaúco, en el corazón de la tierra torista de Zamora y, por qué no, también de Castilla y León, por la gran cantidad de aficionados que viven y disfrutan del toro, acogió esta fresca y ventosa tarde de domingo la 4ª Novillada sin caballos del Ciclo Castilla y León, organizado por la Consejería de Cultura y Turismo -representada en todos los festejos por el secretario general de la Consejería, Gregorio Muñoz, y acompañado en esta ocasión por el teniente de alcalde de Fuentesaúco, José María Ramos-. Y, como decía el vecino de localidad, "por fin, el pueblo tiene otra vez toros", por eso de la suspensión de los tradicionales y concurridos espantes y encierros. 

Es de suponer que en todas las plazas de los municipios de Castilla y León donde se celebra este Ciclo se organizará de igual manera, pero lo que hemos visto en Fuentesaúco es el más claro ejemplo de que en estos duros y tenebrosos tiempos de pandemia, claro que se pueden ofrecer espectáculos taurinos. Con todo el rigor que requieren las medidas de las autoridades sanitarias, los aficionados que casi llenan los asientos dispuestos con la distancia debida, se comportaron como verdaderos ciudadanos. Mascarilla, prohibido fumar, comer y beber y la distancia, con gel hidroalcohólico también a la entrada. Todo un ejemplo de organización -no es de menos con Nacho y Ángel de Servicios Taurinos del Duero- de por medio. Así, señores empresarios, claro que se pueden dar toros. Solo es tener voluntad de querer, aminorar los ingresos, como también reducir los cachés las figuras, porque el resto de toreros ni antes ni ahora llegan a eso. Además, conviene decirlo, los banderilleros deberían también poner de su parte en estos tiempos difíciles para todos y disminuir sus exigencias para que se puedan televisar para Castilla y León una novillada picada y la final del Ciclo de Novilladas sin caballos. Ahora hay que remar en la misma dirección por el futuro, más que comprometido, de la Fiesta de los Toros.

Dos grandes novillos de Ignacio López Chaves y la grata impresión de Mario Navas

Ya entrados en el festejo taurino -escribiré después de dos largos años alejado de los ruedos- destacaron dos grandes novillos del ganadero salmantino Ignacio López Chaves. Si bueno fue el quinto -al que se le dio la vuelta al ruedo-, no menos bueno fue el primero, bravo, noble y con un tranco envidiable, aplaudido en el arrastre. Aunque en su conjunto los seis novillos, el tercero de López Chaves, y el segundo, cuarto y sexto de 'La Interrogación', que es lo mismo que decir Hermanos Martín Tabernero Ramos, que además tienen el hierro de 'Casasola', se dejaron en su conjunto y sirvieron perfectamente para el desarrollo de la lidia por parte de las jóvenes promesas. Después, cada uno de ellos las manifestó a su manera.

Destacó y fue premiado con dos orejas en el quinto, el vallisoletano Mario Navas, aunque aprende en la Escuela Taurina de Salamanca. Se nota que este chico está más que aventajado respecto a sus otros dos compañeros, además de manifestar buenas maneras, toreo sólido, gustoso y variado en recursos.  No es menos cierto que ya es conocedor de estos concursos, resultó finalista en las novilladas que organizó La 8 Salamanca y cuya final en La Glorieta aún está en el aire esperando fecha. Habrá que ver su evolución pero apunta maneras.

Una oreja cortó al tercero el palentino Juan Pérez, iniciado en la escuela de Rioseco, y ahora alumno de la recién creada escuela palentina, se nota que aún está en esa fase de aprendizaje, quizás sea porque es el más nuevo, aún tiene muchas cosas que pulir, pero no es menos cierto que derrocha mucho entusiasmo. La espada, ay, la espada.

Ay la espada también al tercer novillero, primero en la lidia, el vallisoletano Juan Ignacio Sagarra, de la familia ganadera de los Gamazo de Boecillo (Raso de Portillo), -según nos comenta el 'maestro' Santos García Catalán- y ahora alumno de la Escuela Taurina de Salamanca. El chaval es valiente -toreó a su primero en el mismo centro de la plaza con el viento en contra-, después ya se fue al tercio y logró arrancar algunas buenas series a un novillo que fue aplaudido en el arrastre. Al cuarto, de 'La Interrogación', que era de embestida seria, el joven novillero le hizo frente, pero la espada... ay!



Y con esas estábamos cuando comenzaron a caer unas gotas frías, pero el festejo ya había terminado. Bonita jornada taurina tras dos años ausente y, sobre todo, gozar de la compañía de Gonzalo Santonja y su mujer, Santos García Catalán y Carlos Velasco ya es suficiente para recrearse y disfrutar nuevamente del mundo taurino, el sano y real, no el ficticio y mentiroso que, quizás por la Covid-19, se haya ido para siempre, ojalá, ay!



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