Mientras la red de autovías crece y el AVE avanza por el territorio, Castilla y León, una de las comunidades con más kilómetros de carreteras, tiene todavía más de 2.500 kilómetros de calzadas con menos de seis metros de anchura en la red local. Este es uno de los retos a los que se enfrenta la Junta en el futuro plan autonómico en materia viaria, que guiará las inversiones, más allá de la conservación, en la próxima década.
La modernización de la red viaria tendrá como prioridad las actuaciones para conseguir que ninguna carretera autonómica tenga una anchura de calzada menor de seis metros, salvo aquellos tramos que discurran por espacios naturales de elevado interés medioambiental o acusada fragilidad. Según la Junta, se trata de vías que atienden tráficos de muy corto recorrido, con poca intensidad de circulación y que no tienen una función esencial en la ordenación del territorio.
Esta es una de las líneas que determinará el futuro Plan de Carreteras de Castilla y León y que parte de un acuerdo político forjado en las Cortes entre PSOE, PP y Ciudadanos, en un momento en el que está a punto de concluir el actual, que inició su desarrollo en 2008 y que se ha visto afectado por el impacto de la crisis económica y, ahora, por las consecuencias del COVID-19.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente trabaja en la elaboración del Documento Estratégico de Inicio y de un borrador previo, documentación que exige la legislación ambiental antes de poder aprobar un plan de carreteras para la Comunidad, que estará terminado en unos meses. Ambos, una vez sometidos a los trámites ambientales, servirán para redactar el documento de alcance del Estudio Ambiental Estratégico.
De esta forma, Fomento calcula que en 2021 estará finalizada la tramitación de estos informes, momento en el que la Consejería podrá entonces iniciar ya la redacción del propio Plan de Carreteras, en el que uno de los objetivos serán las carreteras estrechas que serpentean la geografía de Castilla y León, principalmente de áreas de montaña.
Castilla y León, por su extensión y su posición geográfica en España, es una de las comunidades con la red viaria más amplia, al superar los 11.309 kilómetros, de los que 2.507 tienen una anchura inferior a los seis metros. Por tanto, el 22,1 por ciento forma parte de carreteras estrechas para la circulación, si bien son vías poco transitadas que discurren por espacios con una orografía compleja.
Inversión
“Tenemos que tener los pies en la tierra y saber que las necesidades de la red son muchas, los presupuestos escasos y que los de la Comunidad, y más en el contexto actual, tienen otras muchas necesidades, que pueden ser más acuciantes”, afirmaron a Ical fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que también tendrá que analizar aquellos casos en los que la obra sea “tan radical”, en cuanto a desmontes o movimientos de tierra, que en términos económicos “no sea abordable”.
En el caso de los ensanches a seis metros, si la orografía es muy accidentada, la obra podría suponer multiplicar por seis ó siete lo que sería un refuerzo del firme, que cuesta unos 125.000 euros por kilómetro. Por tanto, sería necesario no menos de 500.000 ó 600.000 euros por kilómetro.
Diferencias entre norte y sur
La mayoría de estos tramos viarios estrechas están situados en el norte de Castilla y León. En concreto, la provincia con más kilómetros es Burgos, con 751,3, seguida de Palencia con 662,5. En ambas representan un total del 41,3 y el 43,3 por ciento, respectivamente. En el resto estas vías suponen un porcentaje sensiblemente inferior, como en Salamanca, donde de 1.263 kilómetros, solo un 3,6 por ciento tiene menos de seis metros de ancho -46,2 kilómetros-.
También en la provincia de León, pese a su extensa montaña, solo el 8,4 por ciento de su red viaria tiene menos de seis metros, en concreto 152,3 kilómetros, de un total de 1.807. Le siguen Valladolid, con un 9,4 por ciento y 104 kilómetros; Segovia, con un 16,6 por ciento y 126,9 kilómetros; Soria, con un 17,7 por ciento y 159,8 kilómetros, Zamora, con un 20,4 por ciento y 232,6 kilómetros y Ávila, con un 27,5 por ciento y 271,4 kilómetros.