Desde 2014, y aun encontrándonos en plena crisis sanitaria, los recursos de transporte sanitario en la provincia de León continúan siendo los mismos. En cambio, otras provincias como Ávila, Zamora, Burgos o Palencia si han visto incrementando sus recursos móviles, ampliando los horarios de todos o varios de sus Soportes Vitales Básicos.



Sirvan como ejemplo las localidades de León y San Andrés del Rabanedo con 123.000 y 30.600 habitantes respectivamente, que se encuentran confinadas perimetralmente y con medidas restrictivas desde el 7 de octubre, disponiendo de 2 ambulancias de Soporte Vital Básico y una de Soporte Vital Avanzado de 24 horas para León, y una ambulancia de Soporte Vital Básico de 12 horas San Andrés del Rabanedo. Por contra, Palencia con 80.000 habitantes y las mismas restricciones, dispone de los mismos recursos que la capital leonesa aún con 43.000 habitantes menos.



Si esto no fuera suficiente, las ambulancias de Soporte Vital Básico ubicadas a menos de 30 km de León como son Benavides de Órbigo, Mansilla de las Mulas y La Magdalena se encuentran solo de servicio 14 horas, de 8:00 a 22:00. Fuera de ese horario, los dos Soportes Vitales Básicos. de la ciudad de León, deben asumir gran parte de las asistencias de esos recursos fuera de servicio, provocando un deterioro en la calidad asistencial tanto de la población rural como la de León capital.



A todo esto, hay que añadir, que la provincia de León en su conjunto solo cuenta en la actualidad con dos ambulancias de emergencias específicas para Covid-19, una en Ponferrada y otra en León capital, lo que provoca que los Técnicos en Emergencias Sanitarias lleguen a estar 8 horas o más consecutivas con los EPIs puestos sin pausa tan siquiera para comer, que los pacientes sufran largas demoras, o los vehículos “limpios” no destinados para ello sean utilizados para trasladar pacientes COVID-19.



A pesar de que los datos epidemiológicos de León son igual o peores que durante la primera ola de la pandemia, que la presión asistencial ha aumentado exponencialmente, y que la Junta de Castilla y León dice disponer de 635 millones de euros de gasto para atender las exigencias de la COVID-19, la Consejería de Sanidad no ha implementado ninguna mejora para un servicio público y esencial para las leonesas y los leoneses, como es el transporte sanitario.



Por estas razones y otras como que los pacientes de hemodiálisis , oncológicos en su mayoría de riesgo, deben ir hacinados en los vehículos por falta de recursos (hasta siete en una misma ambulancia), que usuarios del servicio de urgencias que precisan de transporte sanitario no urgente para ir a sus domicilios o ser ingresados en otros centros sanitarios llegan a esperar incluso hasta 10 horas por la ambulancia, que los Técnicos en Emergencias Sanitarias están soportando una inasumible carga de trabajo, llegando a realizar 23 asistencias o 1000 km en 24 horas, encontrándose agotados tras meses de pandemia, que las ambulancias no puedan ser correctamente desinfectadas entre servicios por falta de tiempo y recursos, que a los trabajadores de Transporte Sanitario de León solo se les haya realizado un mero test rápido de un 65% de fiabilidad, que exista un déficit de plantilla respecto al Contrato de Transporte Sanitario de unos 100 trabajadores, además de que tanto SACyL como la empresa Ambuibérica obliguen a los Técnicos en Transporte Sanitario a deambular por todos los servicios de los distintos recintos hospitalarios de la provincia, trasladando a los pacientes por el interior de los mismos cuando no es ni función ni competencia suya, suponiendo además un gran foco de contagio para los propios trabajadores y usuarios del servicio de ambulancias, ha provocado que la Federación de empleados y empleadas de los Servicios Públicos de UGT de León se vea en la obligación de remitir un escrito a la Consejera de Sanidad Verónica Casado Vicente exigiendo:



⦁ Aumentar el número de vehículos COVID-19 de emergencias con personal adscrito a los mismos.



⦁ Implementar en todos los Soportes Vitales Básicos de la provincia de León el horario de 24 horas de manera permanente y definitiva.



⦁ Vigilar a la empresa concesionaria el cumplimiento en cuanto al número de vehículos y horas de prestación de servicio de Transporte Sanitario NO Urgente.



⦁ Instaurar en todos los centros asistenciales de la provincia de León, la recepción de los pacientes que acuden a través de servicio de ambulancias.



⦁ Mejorar los protocolos de comunicación para el traslado de pacientes infectocontagiosos, tanta en el Transporte Sanitario Urgente y No Urgente.



⦁ Realizar test PCR y test serológico tipo ELISA a todos los trabajadores de transporte sanitario de la provincia de León, como así se realizó con los propios trabajadores del Complejo Asistencial Universitario de León y sus subcontratas (limpieza, seguridad…)



A juicio de la Federación de empleados y empleadas de los Servicios Públicos de UGT de León, tanto los trabajadores de Transporte Sanitario como el propio servicio, están siendo maltratados y despreciados por esta Consejería desde hace años, y la crisis sanitaria no ha hecho más que visibilizar la enorme precariedad laboral existente en este sector y agudizar las deficiencias y el deterioro del servicio.