Érase una vez un ciclista profesional que logró cinco Tours de Francia consecutivos y dos Giros de Italia, además de ser campeón del mundo contrarreloj y campeón olímpico contrarreloj en los años 90 del siglo pasado. Érase una vez un atleta profesional que fue campeón de Europa de Maratón y campeón del mundo de Maratón en la misma época y convertirse en el primer corredor en ganar, en la categoría de veteranos, los seis maratones más importantes (Tokio, Boston, Londres, Berlín, Chicago y Nueva York).
Ha pasado el tiempo, pero Miguel Induráin, con 56 años, y Martín Fiz, con 57, mantienen el gen competitivo y aún participan en pruebas deportivas, sobre todo si detrás hay una causa solidaria. El escenario elegido para medir sus fuerzas no fue un duro puerto de montaña en los Alpes o los Pirineos ni un estadio olímpico sino las calles y los carriles bici de Valladolid. Hoy, dos de los más grandes deportistas de la historia de España se citaron en el Desafío Santander, un evento patrocinado por el Banco Santander en que Induráin y Fiz compitieron en un tramo de 20 kilómetros en bicicleta y luego, cinco kilómetros corriendo.
Ambos iniciaron la competición con un cheque de 8.500 euros, una cantidad que bajaba a medida que pasaban minutos del cronómetro. En función del tiempo que tardaran en completar los 25 kilómetros en bici y en carrera, el dinero a entregar al Centro San Juan de Dios y la asociación Down Valladolid sería mayor o menor.
El Desafío Santander Fiz-Indurain arrancó hoy, sobre las 10.45 horas, desde la calle Constitución, junto al recién inaugurado Work Café de la entidad, que es un nuevo modelo de oficina que pone en el centro las relaciones humanas y la cercanía con el cliente, en un entorno de digitalización e innovación. En ese punto, Miguel Induráin y Martín Fiz tomaron la salida de la carrera ciclista neutralizada, acompañados del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ya que la prueba comenzó, como tal, con el crono a cero, en la Cúpula del Milenio. Desde allí, los dos deportistas dieron cuatro vueltas a un circuito alrededor del río Pisuerga, hasta completar los 20 kilómetros. A partir de mediodía, comenzó la carrera de cinco kilómetros de recorrido en el entorno de la Plaza Mayor y el Campo Grande.
Antes de montarse en una bicicleta para acompañar a los deportistas por el recorrido por la ciudad, el alcalde agradeció a Induráin y Fiz haber elegido Valladolid, de la mano del Banco Santander, para medirse en un reto y un desafío “bonito”. Además, subrayó que la carrera discurrirá, de forma íntegra, por la red de carriles bici de la capital, lo que supone una apuesta por la movilidad sostenible y saludable. “Es importante que estos dos símbolos de la historia del deporte español aprovechen el Desafío Santander para concienciar a la ciudadanía de los hábitos saludables y las formas de movilidad más limpias”, apuntó.
Por su parte, el director de Patrocinios, Eventos y Redes Sociales del Banco Santander, Felipe Martín, mostró su orgullo por que Valladolid acogiera el desafío entre Induráin y Fiz, que coincide con la inauguración de la oficina work café, de la que dijo supone una nueva manera de relacionarse con los clientes. También, valoró la apuesta de la entidad por la sostenibilidad y la movilidad, impulsando un reto que demuestra que “se puede tener un mundo mejor”, sin olvidar la causa solidaria gracias a dos embajadores del Santander '123aCorrer' como Miguel Induráin y Martín Fiz, quienes fueron “grandes deportistas y grandes personas”.
El exciclista recordó que sus inicios como profesional tuvieron lugar en Valladolid, que fue la ciudad donde arrancó con un prólogo la Vuelta a España del año 1985. Ahora, precisó, regresa a la capital para promocionar la práctica del deporte e inaugurar una nueva oficina del Banco Santander así como ayudar a dos entidades que atraviesan malos momentos por la situación del Covid. “A ver quién se lleva el reto, aunque lo importante es que lleguemos pronto para donarles el mayor dinero posible”, significó.
En el mismo sentido, se pronunció Martín Fiz quien agradeció a Valladolid por acoger el desafío para incentivar la movilidad sostenible con el uso de las bicicletas por las ciudades y la práctica del deporte. “Las victorias de los deportistas hacen olvidar a la gente sus problemas y permiten hacerles más felices aunque sea solo cinco minutos, tal y como ocurrió con Rafael Nadal hace dos semanas tras ganar el Roland Garros. Hay que darse cuenta que hay vida y es necesario sobrevivir a la pandemia”, expuso.
Fotografías: Rubén Cacho / ICAL