as carreteras que unen Castilla y León con las comunidades vecinas han vivido en el inicio del confinamiento perimetral desde las 14 horas una normalidad bastante grande en los más de 70 controles que se están realizando en las vías fronterizas y los diferentes también en estaciones de autobús y tren. 

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Así, únicamente se observaron retenciones provocadas por los controles en la AP-6, entre Madrid y Segovia, así como en la AP-66, en La Magdalena, para aquellos que habían optado por salir a pasar el Puente de Los Santos hacia Asturias, que también cuenta con un cierre de carreteras en este sentido.

Los puntos de control en autovías están compuestos por entre ocho y diez agentes y, en carreteras convencionales, un mínimo de dos. Además, agentes de la Policía Nacional controlaron las estaciones ferroviarias y de autobuses en el interior de las ciudades, con el objetivo, igualmente, de vigilar la llegada y salida de usuarios de estos medios de transporte que pudieran moverse sin algún tipo de razón esencial.

De hecho, según los últimos datos facilitados por la Delegación del Gobierno, en la AP-6 el tráfico se incrementó a las 17.00 horas pero sin retenciones y se han puesto seis denuncias, mientras que en la A-1 se observa poco tráfico y no hay denuncias. En Soria la Guardia Civil ha retornado a origen un par de vehículos en San Esteban de Gormaz (a Madrid) y Ágreda (a Navarra), que no justificaban desplazamiento. En general hay un alto índice de observación de las normas.

La provincia de León, con frontera hacia Asturias y Galicia, principalmente, aunque también a Cantabria, afrontó con resignación el cierre perimetral de la Comunidad después de los encierros específicos vividos en la capital y en el tercer municipio de la provincia, San Andrés del Rabanedo, entre el 7 el 24 de octubre, y de que Ponferrada se ‘librase’ de la misma medida por la entrada en vigor del estado de alarma. Dada la situación de las vecinas Asturias y Cantabria, muchos de los desplazamientos habituales -especialmente en fin de semana- tampoco podrían realizarse y a ello se suma ahora la imposibilidad de viajar a Galicia, aunque esa comunidad autónoma no se haya sumado al cierre perimetral.

Por su parte, la Guardia Civil de Palencia ha establecido dispositivos para controlar la entrada y salida de la Comunidad, a través de la provincia, como ocurre con la A-67, vía principal que une Castilla y León con Cantabria, según fuentes del Instituto Armado. Además de los efectivos dispuestos en la autovía, los agentes se apostarán en carreteras secundarias y conexiones menos utilizadas. Por su parte, la Policía Nacional reforzó su vigilancia en las estaciones de transporte público.

Igualmente, en Burgos, la Guardia Civil llevó a cabo controles alternos en los límites de la provincia durante la tarde, algo que repetirá a lo largo del fin de semana en tres puntos: la N-120, en Redencilla del Camino, límite con La Rioja; C-629, en El Berrón, que se encuentra en el límite con Vizcaya, y la AP-1 en Miranda de Ebro-Pancorbo, en el límite con Álava. Asimismo, desde que se anunció el cierre perimetral, la Policía Local de Burgos ha respondido a través de sus redes sociales las dudas de varios vecinos burgaleses que desconocían si podían desplazarse a sus pueblos durante los días festivos.

En Zamora, la Policía Nacional vigila también las estaciones de ferrocarril y de autobús para comprobar el destino de los viajeros y los correspondientes documentos que acrediten el motivo para abandonar la Comunidad. La Guarda Civil ha desplegado controles en las autovías y carreteras nacionales que también afectarán a carreteras secundarias.



La Subdelegación del Gobierno en Zamora recibió hoy un fax del Gobierno portugués del acuerdo del Consejo de Ministros en el que se declara la "situación de calamidad" en todo el territorio del país vecino. 

De esta forma, desde esta medianoche y hasta las 6.00 horas del día 3 de noviembre, los ciudadanos portugueses no pueden salir de su concejo habitual de residencia. “No hay un cierre de fronteras. Se puede pasar por los once accesos que hay de Zamora a Portugal, no como cuando fue el estado de alarma, con las limitaciones correspondientes”, según precisó el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco.

El Bocyl publicó este jueves el acuerdo de 28 de octubre del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, por el que se dispone la limitación de la entrada y salida de personas del territorio de la Comunidad en aplicación del Real Decreto de 25 de octubre, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-CoV-2.

Las sanciones están tipificadas como leves, según el decreto-ley aprobado en el Consejo de Gobierno el pasado mes de julio y tal y como confirmó la Junta a Ical. Esta catalogación se basa en un cuadro de infracciones -leves, graves y muy graves- en función del riesgo o daño para la salud, con sus correspondientes sanciones. Le corresponden las mismas sanciones que las ya previstas en las leyes sanitarias castellanas y leonesas: en concreto, de entre 100 y 3.000 euros para las leves, que sería el caso de saltarse el confinamiento perimetral, por el número de personas que pueden viajar en un vehículo, de 3.001 y 60.000 euros para las graves; y de 60.001 y 600.000 euros para las muy graves.