El 4 por ciento de los hogares castellanoleoneses pasará frío en invierno al tener una temperatura inferior a 17º y, un 28% mantendrá la temperatura entre los 18º y los 19º, por debajo de la temperatura recomendada que al menos debería ser 20ºC.
Esta es una de las conclusiones del 'Informe sobre la Rehabilitación Energética en España. Una oportunidad para mejorar el parque edificado', elaborado por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y el Grupo Mutua de Propietarios especialista en soluciones alrededor de los edificios de viviendas, que alerta sobre los riesgos de esos parámetros para la salud de las personas, ya que ninguna de estas temperaturas es compatible con el confort térmico, y el rango por debajo de los 17º podría considerarse incluido en el concepto de "pobreza energética".
"El informe nos muestra una situación alarmante", sostiene Borja Ribas, directivo del área de operaciones del Grupo Mutua de Propietarios, "ya que no hablamos solo de malestar térmico, sino que esta situación puede tener consecuencias adversas sobre la salud como enfermedades respiratorias, cardiacas e, incluso, mentales exacerbadas por las bajas temperaturas y el estrés que producen unas facturas de energía inasequibles".
El informe revela la urgente necesidad de actuar sobre el parque edificatorio ya que, tras hacer un recorrido por la normativa y las estrategias españolas en materia de rehabilitación energética de edificios, se detecta que los valores de renovación del parque residencial en nuestro país son muy bajos con respecto a los de otros países de la UE.
Mientras que en España en la última década se renovaban en profundidad aproximadamente el 0,8% de los edificios, en otros países como Francia o Alemania, el porcentaje se sitúa por encima del 15%.
Estos resultados, que se alinean con los recogidos en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, del Ministerio para la Transición Ecológica, revelan que la falta de adecuación de este 4% de viviendas de Castilla y León puede ser causa directa de un exceso de mortalidad estacional y del aumento de la prevalencia de enfermedades.
Temperaturas por debajo de los 20 °C, también pueden considerarse fuera del rango de confort e igualmente poco recomendables. Además de identificar el problema, el informe señala de forma directa la solución más eficaz para acabar con él.
Según el presidente del CGATE, Alfredo Sanz, "para reducir el índice de población afectada por la pobreza energética, debemos insistir en la necesidad de reducción de la demanda energética de los hogares vulnerables como medida prioritaria. Según nuestras últimas estimaciones es necesario actuar sobre 3 millones de viviendas, el 12% del parque edificado y recomendable extender estas intervenciones de rehabilitación hasta los 8 millones".