Fiscalía de Valladolid y la acusación particular han mantenido sus peticiones de condena de un año y nueve meses y tres años de cárcel, respectivamente, para el policía nacional que en abril de 2018 aseguró en un juicio que había sido pisado por un manifestante durante una carga, cuatro años antes, ante las puertas del restaurante La Parrilla de San Lorenzo donde compartían mesa y mantel líderes del PP tras una convención nacional celebrada en la ciudad.

Quien el día de los incidentes era subinspector y participó activamente en el cordón policial, Ángel Luis G.M, ha ocupado por segunda vez el banquillo de la Audiencia Provincial, ya que en el primer juicio por los mismos hechos celebrado en diciembre de 2019 por la Sección Segunda de lo Penal quedó absuelto del delito de falso testimonio en una sentencia luego anulada por el Tribunal Superior de Justifica al objeto de que volviera a celebrarse nueva vista por una sala compuesta por nuevos magistrados.

La causa contra el funcionario trata de dilucidar si cuando en abril de 2018 declaró en el Juzgado de lo Penal 3, donde se celebró juicio por atentado y lesiones contra tres manifestantes--fueron absueltos y se abrieron actuaciones contra el agente por falto testimonio--, mintió al asegurar que uno de los encausados, Juan H.B, le propinó un pisotón en su pie derecho que justificó la detención del supuesto agresor.

En su nueva comparecencia, el policía, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha sostenido que sí sufrió el pisotón y que el mismo no se produjo al aproximarse a la pancarta donde se hallaban los manifestantes y su supuesto agresor sino en el momento en el que condujo a Jesús H.B. hasta un lugar apartado para, únicamente, proponerle para sanción administrativa debido a los insultos y amenazas que estaba profiriendo.

Aunque en su día también negó haber golpeado al manifestante, frente al vídeo en el que se cómo le acomete por la espalda con su porra y luego, ya en el suelo, le propina más golpes con su defensa, el agente achaca a los nervios y tensión del primer juicio el motivo por el cual sostuvo que el pisotón se produjo al "acercarse" a Jesús H.B. y luego matizara que tal agresión se registró en una zona de seguridad, junto a los furgones, a la que condujo al citado individuo para identificarle y proponerle para sanción.

"Siento que en ningún vídeo se vea ese pisotón, pero las pruebas de que existió están en el testimonio de mi compañero y jefe de grupo, al que di cuenta de ello, mi declaración, el parte médico y el informe del médico forense que acreditan la fisura que sufrí en el dedo gordo de mi pie derecho", ha resumido el funcionario, quien también ha apostillado ahora que el agente que aparece en un vídeo golpeando con la porra al manifestante antes de la detención "pudiera" ser él, algo que en su momento no reconoció debido a su "similar corpulencia" con otros compañeros de grupo.

Por su parte, el citado Jesús H.B, personado como acusador particular, ha vuelto a relatar, al igual que hiciera en el primer juicio en el mismo escenario, que el día de los hechos participaba en la concentración ante las puertas de La Parrilla de San Lorenzo y que estaba únicamente tratando de grabar con su teléfono móvil, hasta que en un momento dado el policía encausado le agredió brutalmente por la espalda y cayó al suelo "como un sapito, como saco de patatas" y que, mientras yacía "aturdido" boca abajo, siguió recibiendo porrazos pese a los intentos de otras personas de auxiliarle.

Asegura que el acusado le cogió por el cuello del abrigo, le metió la porra en los riñones y le llevó hasta el furgón mientras me iba diciendo: "¡Ya estás calentito, te vas a enterar, hijo de puta, terrorista, salvapatrias!", al tiempo que en el trayecto le arreó un porrazo en la mano y le destrozó el móvil que llevaba en ella. Luego, mantiene que le metió en el furgón y que a otro agente que había dentro le dijo: "¡Ponle los grilletes y si se mueve, crújele!".

TENÍA "FIJACIÓN"

El testigo sí ha vuelto también a asegurar que en ningún momento pisó al funcionario policial, de quien asegura que le tenía "fijación" porque ambos habían coincidido anteriormente en otras movilizaciones en las que el declarante participaba como integrante del movimiento antidesahucios.

Otros de los testigos, entre ellos un periodista de Último Cero que cubría aquel día la movilización, han corroborado la versión de Jesús H.B, mientras que el jefe de grupo al mando del operativo policial ha asegurado que no vio el pisotón pero sí que del mismo fue informado por el subinspector, de ahí entre ambos decidieran proceder a la detención del supuesto agresor.

Aunque al inicio de la vista el magistrado que presidía la nueva sala ha advertido a las partes de que el proceso estaba acotado, exclusivamente, a saber si hubo o no pisotón, descartando si la fuerza empleada por el policía en el momento de la detención tenía o no relevancia penal, tal y como acordó el TSJCyL en el fallo que ordenó la repetición del juicio, buena parte de las preguntas del fiscal, la acusación particular y la defensa han hecho continuas referencias a la segunda de las cuestiones.

Concluidas las testificales y la reproducción de vídeos y fotografías sobre lo acontecido el día de los hechos, las distintas partes han mantenido invariables sus posturas.

Así, el agente se enfrenta a una posible condena de entre un año y nueve meses y tres años de cárcel, tal y como solicitan el fiscal del caso y la acusación particular, respectivamente, por delito de falso testimonio en causa penal, con la agravante, como así sostiene la segunda de ambas acusaciones, de prevalimiento como funcionario público, lo que conllevaría su inhabilitación.

La defensa, por su parte, reitera su petición de un fallo absolutorio.