Elena F. Gordón / ICAL
La cuenta atrás final está en marcha. Las pesetas dejarán de ser canjeables por euros el próximo 31 de diciembre y el tiempo corre para quienes decidan, por los motivos que sea, desprenderse de las monedas o billetes que hasta ahora conservan. Se agota el plazo para que nostálgicos venidos a prácticos, despistados, coleccionistas arrepentidos y en general quien decida que llegó el momento de pasar página con la histórica moneda, dé el paso.
El contenido de huchas, bolsos, botes, joyeros, sobres abandonados o escondidos en cajones desde hace años -propios o heredados- pueden dar una última alegría a sus poseedores si acuden al Banco de España antes de que acabe el año (imprescindible concertar una cita previa debido a la pandemia) para llevar a cabo la operación pospuesta o ni siquiera sopesada en algunos casos durante la casi dos décadas de vigencia del euro.
En 2001 el Banco de España se planteaba el objetivo de conseguir, a partir del 1 de enero de 2002, “una sustitución suave y fluida de los billetes y monedas en pesetas por los nuevos billetes y monedas en euros”. Ese proceso ha dejado en el camino, a punto de concluir 2020, una cantidad nada desdeñable de pesetas -los datos del Banco de España señalan que en agosto quedaban 1.601 millones de euros sin cambiar-. Del total, 789 millones corresponderían a monedas y de ellas casi el 27 por ciento pertenecientes a la partida especial de 2.000 pesetas acuñada en plata puesta en circulación entre los años 1994 y 2001 y de la que aún restaban por canjear 17,6 millones de unidades.
Según explica la entidad en su página web, como norma general se podrán cambiar los billetes en pesetas emitidos después de 1939 y, en su caso, los billetes emitidos entre el año 1936 y el año 1939 también podrán ser canjeados tras ser analizados por expertos del Banco de España. Se cambiarán las monedas que estaban en circulación el 1 de enero de 2002 y se reembolsará las monedas auténticas, incluidas las deterioradas, que sean reconocidas como tales por las máquinas utilizadas con ese fin. Igualmente, se podrá denegar el cambio de las que hayan sufrido alguna alteración derivada de un proceso industrial o mecánico. Se denegará el cambio de los billetes que presenten una superficie igual o inferior al 50 por ciento del mismo. También se cambiarán las monedas de colección, conmemorativas y especiales.
El Banco de España exigirá que el interesado se identifique mostrando su DNI, pasaporte o tarjeta de residencia, siempre que la cantidad que quiera cambiar sea igual o superior a 1.000 euros, aunque también podrá solicitar documentación cuando la cifra sea menor.
Dónde cambiar
El Banco de España cuenta actualmente con 15 sedes repartidas por toda España, además de la central de Madrid. En toda Castilla y León, la única que permanece abierta desde la desaparición de las otras existentes en la Comunidad, es la de Valladolid, ubicada en el número 15 de la plaza de España (teléfono 983 302 133).
Por proximidad geográfica, las otras ofininas más cercanas para los habitantes de las provincias castellanas y leonesas que quieran cambiar pesetas son las de Oviedo (calle Conde de Toreno, 6, teléfono 985 251 622), Coruña (calle Durán Lóriga, 16, teléfono 981 211 400) y Bilbao (Gran Vía de Don Diego López de Haro, 10, teléfono 944 23 85 04). En Madrid, las dependencias se encuentran en la calle Alcala (número 48 y 522, teléfono 91 338 5000).
Sede de León
El cierre de la sucursal del Banco de España en León tuvo lugar el 31 de diciembre de 2004, en aplicación del plan de reestructuración de la red de sucursales decidida por la entidad en 2002 y supuso la desaparición de una entidad que desembarcó 118 años antes. La clausura de la oficina situada en la céntrica avenida de Ordoño II puso fin a la vinculación entre la institución y la ciudad, que se inició el 15 de octubre de 1886 cuando, en un edificio alquilado situado en la Plaza Mayor de la capital, se abrió la primera sede del Banco de España en la ciudad.