Castilla y León cumple ya más de una semana con la hostelería cerrada, salvo en el caso de aquellos que haya decidido abrir para llevar. Este fue el día, precisamente, en el que entró en vigor el llamado ‘semáforo COVID’, donde se registra la incidencia de contagios en base a una serie de indicadores que reflejan el nivel de alerta en el que se encuentra cada una de las provincias.
Así, en Valladolid provincia, desde entonces, la incidencia de contagios en la población a 14 días ha aumentado claramente. Ha pasado de 920,61 a 1.067,86. Hay que tener en cuenta, eso sí, que las medidas suelen tener efectos cerca de los 14 días después de tomarse por lo que las que no han tenido el efecto deseado son las del toque de queda, entre otras.
La incidencia a siete días, por su parte, se encuentra en 510,06 lo que, sin embargo, implica una evolución en descenso ya que es inferior a la mitad de lo visto en 14 días. Son, eso sí, mayores que los que había el 6 de noviembre, 454,05.
Otra estadística a valorar es la incidencia entre los mayores de 65 años, cuya evolución tampoco es buena. A 14 días ha pasado de 862,53 a 1.068,94 mientras que a siete días, en cambio, lo ha hecho de 406,09 a 497,55, en un dato muy preocupante entre los mayores.
La positividad de pruebas sí ha descendido del 21,82% al 19,49%, pero la trazabilidad ha descendido del 68,93% al 67,47%, lo que implica que solo se desconoce el contagio de una de cada tres personas. Por último, los hospitalizados han descendido en planta, de un 28,63% al 26,08% en planta y en la UCI suben del 50,42% al 52,67%.
Así, Valladolid permanece en el nivel cuatro de alarma, el más alto, en todos los indicadores salvo en la trazabilidad, donde está en el bajo. Para descender en cada uno de los indicadores debe bajar de 250 contagios a 14 días y de 125 a siete, así como a 150 y 75, respectivamente, en el caso de los mayores de 65 años. En la positividad, debe bajar del 15%, mientras que en el caso de la trazabilidad debe superar el 80% para llegar a la ‘nueva normalidad’. Por último en el caso de los hospitalizados, tienen que estar por debajo del 15% en planta y del 25% en UCI.