La Asociación Provincial de Empresarios de Distribuidores de bebidas y Alimentación de León (ADISLE), integrada en la Federación Leonesa de Empresarios (Fele), solicita a la Junta de Castilla y León que permita la reapertura de los bares y restaurantes de la Comunidad ya que las consecuencias podrán ser "devastadoras" a corto plazo si no se eliminan las actuales restricciones.
Desde este sector, directamente afectados por el cierre de la hostelería, recuerdan que la incidencia de contagios en bares y restaurantes alcanza únicamente el 3,5% desde el mes de mayo según datos del Ministerio de Sanidad. "Gracias en parte al esfuerzo y compromiso de los establecimientos, que han cumplido rigurosamente con los protocolos de seguridad, higiene y aforo máximo".
Los empresarios de distribución aseguran que la urgencia es máxima en cuanto a la reactivación del sector hostelero y turístico y que no hay tiempo que perder para evitar una situación catastrófica en toda la cadena de valor asociada. Recuerdan que, en una provincia donde no existe un gran despliegue industrial, es la pyme, principalmente la asociada al sector servicios, sobre la que se sustenta la actividad económica.
Aseguran que se está poniendo el foco en un sector de manera injustificada, que lleva sin poder trabajar desde hace ya nueve meses. Ante una situación desesperada denuncian que las ayudas son inexistentes y que no hay compensaciones por lo que exigen que la administración actué de inmediato, adoptándose medidas similares a las de la Comunidad de Madrid donde se permite la apertura de la actividad siempre bajo las adecuadas medidas de seguridad sanitarias.
Por todo ello, reclaman a la administración que trabaje de inmediato en medidas que eviten el colapso sanitario, no criminalizando a sectores que han demostrado su responsabilidad desde el comienzo de la pandemia.