La consejera de Sanidad, Verónica Casado, confirmó este lunes que la opción prioritaria de Castilla y León es mantener las medidas restrictivas actuales para Navidad en lo referente al número máximo de personas en las reuniones y al toque de queda.
Esto implicaría que Castilla y León permitiría reuniones de hasta seis personas, que se limitaría a tres en Burgos, con el toque de queda hasta las 22 horas, y el confinamiento perimetral en Castilla y León vigente. A ello se le sumaría el no a las comidas de trabajo o a las campanadas en plazas, cabalgatas y visitas a belenes limitadas o la prohibición de que haya público en los actos deportivos que se celebren.
Sin embargo, como han anunciado en fechas anteriores, aunque estas sean las medidas propuestas, la Juntaestá dispuesta a rebajarlas en favor de un criterio unánime en España. "Estamos dispuestos al debate, a valorar cuáles son las razones que sostienen la toma de decisiones. Espero que discutamos y lleguemos a un acuerdo este miércoles", ha dicho.
Además, la directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, afirmó que desde el Gobierno regional se ha pedido que se contemple dentro del límite de seis personas a los niños, algo que desde otras comunidades han planteado que no fuera así. "Hemos pedido que en aquellas provincias donde peor está la situación se permita ser más restrictivos que el acuerdo al que se llegue. Debemos ser prudentes porque nuestra situación dista mucho de ser buena".