Durante las últimas semanas la venta de lotería de Navidad se ha disparado; un comportamiento que no solo obedece a estas fechas –donde habitualmente se producen más del 50% de las ventas anuales–, sino también a la situación pandémica que vivimos. De hecho y desde que estalló la crisis de la COVID-19, las ventas online de lotería se han convertido en la opción preferente de los españoles a la hora de adquirir sus billetes.
En concreto y según los datos a los que ha tenido acceso el comparador de seguros Acierto.com, esta venta online creció casi un 90% entre febrero y abril respecto del año pasado. Además, hoy el 60% compra más por Internet. Otro dato interesante es que hasta el 76% de la población comprará un décimo o participación para estas fiestas.
4 de cada 10 dejarían de trabajar
Sin embargo y aunque aquellos premiados podrán saldar sus deudas y poner fin a sus preocupaciones económicas, no todos salen beneficiados. Porque, ¿qué ocurre si el premio toca en el seno de una empresa y se produce una fuga de trabajadores? ¿Cuántos lo dejarían realmente?
Según la encuesta realizada por Acierto.com, 4 de cada 10 españoles dejarían de trabajar si le tocara (las cifras varían en función de las cantidades). Algo que podría llevar a la quiebra la compañía o que, en cualquier caso, supondría una pérdida considerable de ingresos y de tiempo –en nuevas contrataciones, trámites, etcétera–. Los daños, evidentemente, también varían mucho en función del tamaño de la compañía; las pequeñas lo acusan en mayor medida.
Un seguro contra la fuga de empleados
Por fortuna, algunas compañías de seguros cubren al empresario en caso de que sus empleados premiados decidan marcharse tras ganar la lotería de forma masiva. Estas pólizas se hacen cargo los gastos derivados de contratar a una agencia de selección de personal y también los que tienen que ver con las horas extra que se hayan tenido que abonar a los empleados que han seguido trabajando.
Este tipo de seguros, en cualquier caso, resultan de gran ayuda para sectores con mucha movilidad laboral, pues también cubren al empresario si la competencia ficha a sus mejores talentos o se produce un robo de datos e información.
Relacionado con esto, existen pólizas concretas de “Infidelidad o Fidelidad” del empleado que protegen el patrimonio del asegurado si se produce una apropiación indebida de bienes, valores, fondos, dinero y activos. También suelen cubrir las consecuencias derivadas del uso ilegítimo del terminal de comunicación y de la defraudación del fluido eléctrico.
Llegados a este punto, no obstante, hay que matizar un dato: el 70% de los ganadores se gastan el premio en menos de cinco años. Las principales razones son que carecen de conocimientos financieros y que hacen una mala gestión del dinero. Los caprichos, una mala inversión, la falta de planificación se postulan como los errores más frecuentes.