El Campus de Vegazana de la Universidad de León (ULE) ha acogido hoy la primera de las pruebas del concurso-oposición por el turno de acceso libre para el ingreso en la escala de auxiliar administrativo de la institución educativa, para la que 1.063 personas habían formalizado la matrícula. En total la oferta es de doce plazas, una de ellas reservada para personas con discapacidad.

Los opositores que finalmente se han presentados al examen han sido menos (algo más de 800, aunque la cifra exacta se conocerá cuando se hagan públicos los resultados), que han acudido al campus universitario desde primera hora de la mañana para esperar el llamamiento en el exterior de las 20 puertas de acceso que se había habilitado en los seis centros que han acogido los exámenes (el Aulario y los edificios de las facultades de Veterinaria, Derecho y Ciencias del Trabajo, Ciencias Económicas y Empresariales, y las Escuelas de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial, y la Superior y Técnica de Minas).

El personal que se ha ocupado de la organización y seguimiento de las pruebas ha controlado que en todo momento se mantuviera la distancia de seguridad, que todos llevasen mascarilla, así como la limitación de personas por grupo y resto de medidas higiénico-sanitarias adoptadas con el objetivo de prevenir posibles contagios de covid-19.

NERVIOS, DESPISTES Y REPASOS DE ÚLTIMA HORA



Entre los participantes se encontraba gente de todas las edades y procedencias. Muchos eran de León y provincia, pero también había gente llegada desde el resto de la comunidad autónoma, y de otros lugares como Galicia, Asturias, Cantabria, el País Vasco, etcétera.

Aunque la normalidad y la buena organización han imperado en la jornada, también se han sucedido pequeñas anécdotas, como olvidos de documentos, confusiones al dirigirse al aula que correspondía a cada uno para realizar el examen, y también los típicos repasos de última hora, las llamadas telefónicas a amigos y familiares poco antes de entrar al edificio, los ‘amuletos’ para encontrar la buena suerte, cigarrillos apresurados, nervios y también ilusión, mucha ilusión.

Todos han agradecido que el día haya salido despejado y con sol (si llega a llover, la espera a ser llamados hubiera sido mucho más incómoda), y también el hecho de que las pruebas se hayan llevado a cabo, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras oposiciones de diversas administraciones, que han sido aplazadas a causa de la pandemia, para disgusto de quienes las habían preparado a conciencia.