La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a dos años de prisión a un empresario de Guijuelo (Salamanca) al que la justicia dejó en depósito 734 jamones, procedentes de una denuncia por deudas entre otras dos empresas, y vender 335 de ellos.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la entidad de la que es representante legal el ahora condenado recibió las piezas de ibérico y, después de la sentencia, cuando se reclamaron, solo contaba con 399, mientras que el resto "había desaparecido", por valor de 25.084 euros.
El embargo tuvo lugar en 2012, por una deuda entre empresas del sector cárnico de 104.958 euros, y los lotes de ibérico quedaron en depósito de la entidad del ahora condenado, hasta que en noviembre de 2013 entregó el primero de los lotes, no así el segundo, cuando se le reclamó en marzo de 2014.
Ante esta situación, la Audiencia Provincial le ha condenado a dos años de cárcel, una pena privativa de libertad que queda en suspensión por el plazo de tres años, si durante este tiempo no delinque, además de tener que hacer frente a las costas del juicio y a satisfacer su responsabilidad civil durante este mismo periodo de suspensión.