Elena F. Gordón
La Asociación Protectora de Animales Argos-León, que trabaja en la acogida, protección y mantenimiento de animales domésticos abandonados y que se dedica principalmente a los gatos callejeros aplicando un Plan CES (Captura, Esterilización y Retorno), recogió el pasado 2020 a un total de 365 animales -cifra superior a la de 2019- a pesar de las dificultades provocadas por la pandemia y el confinamiento.
De la cifra total, 358 fueron gatos, tres perros, un hámster, un conejo y un visón americano. En un año de muchos casos de panleucopenias, inmunodeficiencias, leucemias, peritonitis infecciosa felina (pif) y atropellos, se registraron 49 bajas (48 gatos y el visón). El número de adopciones alcanzó los 96 -91 gatos, tres perros, el conejo y el hámster-.
Para la presidenta del colectivo, Carmen Caríssimo, 2021 se presenta como un año “difícil” en el que el coronavirus sigue condicionando su actividad e impide la celebración de eventos y acciones que puedan contribuir al mantenimiento de una labor que desarrollan de forma altruista y que se financia con las aportaciones de socios -15 euros al trimestre- y ‘teamers’ -un euro al mes-.
Para que los 67 cuidadores o bisbiseadores de gatos que integran Argos puedan mantener su ritmo actual de intervenciones precisarían más apoyo y compromiso permanente y donaciones y aportaciones de comida como las que ya hacen algunas entidades. También colaboran estrechamente con ellos el Hospital Veterinario y clínicas particulares de León, Sariegos, Villaquilambre, Santa María del Paramo y La Bañeza.
Colonias
El voluntariado de Argos reintegró a sus colonias a 232 gatos y otros 28 están pendientes de adopción en sus respectivas casas de acogida (ya tenían acogidos 40 del 2019). Del total, 183 corresponden a León, de los que 106 fueron castrados y otros 77 precisaron cuidados sanitarios.
León, la excepción
Cabe destacar que de las 58 colonias que controlan, tras los respectivos acuerdos con los ayuntamientos de León, Villaquilambre, Sariegos, Valdefresno y Santa María del Páramo, es únicamente el de la capital el que no se hace cargo del coste de las castraciones, que tiene que ser asumido por la asociación, a pesar de sus escasos recursos, por lo que Carmen Caríssimo solicita un impulso y una mayor implicación de los responsables municipales en la materia. Está previsto que algún otro consistorio aplique próximamente un plan Captura, Esterilización y Retorno.