Castilla y León

Castilla y León

Sociedad

Castilla y León cambia las fuertes heladas por precipitaciones y subida de mínimas de cara a la próxima semana

17 enero, 2021 17:22

Tras las fuertes nevadas de la semana pasada provocadas por el paso de la borrasca Filomena y el largo episodio de temperaturas anormalmente bajas en el que nos encontramos, y que se espera que dure hasta el martes día 19, tendrá lugar un cambio de régimen atmosférico que traerá consigo un aumento importante en las temperaturas, especialmente en el caso de las mínimas. 

Este cambio en el tiempo viene provocado por una borrasca atlántica que se acerca por el oeste y que aportará aire cálido y húmedo, y precipitaciones en forma de lluvia, sobre la Península y Baleares. La presente situación anticiclónica, que favorece las heladas generalizadas y, por ello, la persistencia de la nieve y de las placas de hielo en el suelo, permanecerá hasta el martes 19, aunque estas heladas serán cada día más débiles. 

Mañana lunes todavía se esperan heladas fuertes (temperaturas inferiores a -8 °C) en áreas del sur de sistema Ibérico y en zonas bajas de la Comunidad de Madrid y de Toledo, y en Pirineos. Durante el martes 19 se establecerá un flujo templado y húmedo del suroeste que precederá a la entrada, a últimas horas del día por Galicia, de un frente frío que durante el miércoles producirá precipitaciones en buena parte de la Península, más intensas y persistentes en la mitad occidental peninsular. 

Se espera que durante el jueves y el viernes continúen las lluvias asociadas a sucesivos frentes atlánticos y se mantenga el flujo cálido del suroeste, lo que provocará un aumento de las temperaturas dando lugar a valores claramente más altos de lo habitual para la época del año, no solo durante estos días, sino también en días posteriores. 

Este aumento de las temperaturas, especialmente de las mínimas, junto con las lluvias, provocará una progresiva fusión de la nieve acumulada durante estos días. Como consecuencia, es probable que se incremente de forma significativa el caudal de los ríos, especialmente en aquellos cuyas cuencas mantienen grandes extensiones de nieve, en particular del Tajo, el Duero y el Ebro.