La Comunidad de Castilla y León perdió 4.630 habitantes durante 2019, y llegó al 1 de enero de 2020, con 2.394.918, lo que supone un descenso porcentual del 0,2 por ciento, cuando el conjunto nacional alcanzó los 47.450.795, y ganó un 0,9 por ciento, es decir, 424.587 personas más, según la revisión del Padrón, publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística, ya con datos definitivos.
Los datos revelan que Castilla y León contaba a fecha 1 de enero de 2020, con 1.178.846 hombres y 1.216.072 mujeres, lo que supone 2.555 varones menos que un año antes, y 2.075 féminas por debajo de la cifra de comienzos de 2019.
El estudio de los datos del padrón revela que Castilla y León se desangra por el oeste de la Comunidad. Las cifras oficiales de población indican que León perdió 3.562 habitantes, un 0,8 por ciento de su población, hasta los 456.439 ciudadanos, y Zamora, 1.951, el 1,1 por ciento, hasta los 170.588. Asimismo, Salamanca llegó a comienzos de 2020 con 329.245 personas, un 0,3 por ciento menos que un año atrás, y 874 por debajo del dato de 2019. Palencia también sufrió la despoblación, vio como desaparecían 659 habitantes, el 0,4 por ciento del total, para situar su censo oficial en 160.321.
El resto de provincias vio crecer su población. En Soria se elevaron un 0,3 por ciento, 248 más, hasta los 88.884; y en Burgos, Segovia y Valladolid, aumentaron dos décimas, y sumaron 692, 349 y 1.103 habitantes, hasta un total de 357.650, 153.478 y 520.649, en cada caso. Ávila también sumó 24 habitantes, hasta un total 157.664.
Las capitales de provincia constatan esta situación ya que sólo perdieron habitantes León, Palencia y Zamora. La capital zamorana vio como bajaban sus habitantes un 0,7 por ciento, hasta 60.988; la palentina, un 0,3 por ciento, hasta 78.144, y la leonesa, un 0,2 por ciento, hasta 124.028.
Las demás capitales crecieron en población. Ávila (58.369) y Soria (39.821), un 1,1 por ciento; Salamanca (144.825), un 0,4 por ciento; y Burgos (176.418) y Valladolid (299.265), un 0,3 por ciento.