El Comité Provincial de Renfe Valladolid denunció hoy que la dirección ha amenazado a los trabajadores con sanciones que “puedan haber estado en contacto con compañeros que se hayan contagiado de COVID-19 fuera del taller, estando obligados a cumplir la cuarentena de diez días”, según el protocolo. “Las amenazas pueden provocar la ocultación de contactos, pudiendo originar nuevos contagios”, advirtieron.
Señalaron en un comunicado que los talleres “más avanzados de Europa son en realidad unas instalaciones mediocres que necesitan infinidad de mejoras”. Esto, con un comedor de aforo “insuficiente y un vestuario minúsculo, sin ventanas al exterior”, hace “imposible mantener las distancias de seguridad recomendadas”, con lo que la empresa “descarga toda la responsabilidad, sobre la prevención ante la COVID, en los trabajadores”.
El Comité ha puesto sobre la mesa, añadió, “gran número de propuestas desde el inicio de la pandemia” y han pedido adoptar, en estos momentos, “algunas que ya dieron buenos resultados, no admitiendo la empresa ninguna”. En esta tercera ola, prosiguieron, han intentado dialogar de nuevo, “proponiendo otras nuevas medidas como controles de temperatura y test masivos, como ya se realizan en muchas empresas”, pero lamentaron que no se han admitido. “Es evidente que la empresa antepone el negocio a la seguridad, sin más, imponiendo a los trabajadores su criterio sin ningún reparo”, concluyó el Comité.