El anunciado retraso de las dosis de Pfizer hasta el 15 de febrero trastoca el plan de vacunación programado en la provincia de Zamora, un inconveniente que hasta la fecha no se ha dejado notar, ya que hasta el día de hoy los servicios sanitarios han estado administrando dosis con el stock existente. "Hasta a hora mismo no nos ha trastocado en los centros sociosanitarios, las incidencias surgidas lo han sido porque ha habido brotes", ha explicado la gerente de Atención Sanitaria, Montserrat Chimeno.
Si bien ha avanzado que a principios de la semana que viene habrá que reorganizar otra vez el plan de vacunación. "El problema no es nuestro, es que no han venido las vacunas", ha subrayado, "no depende de nosotros, sino del Ministerio".
Precisamente, estaba previsto hacer coincidir la administración de la segunda dosis de las residencias en el medio rural con el de los sanitarios de los centros médicos y consultorios rurales, aprovechando el traslado de los equipos de vacunación a los pueblos. En este sentido, Chimeno ha aclarado que no existe "ningún tipo de discriminación" entre la atención primaria rural y urbana, sino que las vacunas de Pfizer era la destinada para las personas mayores y para el entorno rural, dado que la vacuna de Moderna es más inestable.
Con este retraso se espera que se modifique el tiempo trascurrido entre la primera y la segunda dosis, y que en vez de a los 21 días sea hasta los 30, tal y como permite la prescripción de Pfizer.