La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) vuelve a denunciar la situación en la que se encuentran las trabajadoras de Ayuda a Domicilio de la Empresa UTE SAD de Valladolid. Aseguran que solo reciben cuatro mascarillas FFP2 para todo el mes, y exigen que se les incluya en la segunda fase de la vacunación, a la vez que los propios mayores que cuidan.
Las medidas preventivas y de protección que se han implementado para estas trabajadoras de Ayuda a Domicilio, dependientes de la Concejalía de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria del Ayuntamiento de Valladolid, “no insuficientes para evitar el contagio de Covid-19”.
CSIF recuerda que estas trabajadoras se desplazan a diversos domicilios en el mismo día, realizando los cuidados que precisan los usuarios, algunos de los cuales no permanecen con la mascarilla puesta. “Para la realización de los cuidados personales de los usuarios es imposible mantener distancia física con ellos, a muchos de ellos tenemos que asearles”, aseguran las delegadas de CSIF en esta empresa. Además, conviven con otros familiares o reciben visitas. Todo esto genera una situación de riesgo de contagio frente al Covid-19, en un momento de extremado riesgo, pues Valladolid se encuentra en una situación de alerta 4.
CSIF denuncia que el material de prevención que se suministra mensualmente a cada trabajadora es claramente insuficiente, consiste en cuatro mascarillas FFP2, una caja de mascarillas quirúrgicas, un bote de 25ml. de gel hidro alcohólico y guantes. Las trabajadoras afirman que no es posible mantener las ventanas abiertas, mientras realizan los aseos y otras atenciones personales, así como tampoco pueden mantener distancia de los usuarios, o que los guantes son de escasa calidad, pues es necesario poner dos pares porque se rasgan muy fácilmente.
CSIF considera que la mascarilla que se tiene que utilizar en este servicio domiciliario, en un entorno cerrado, es la FFP2, que una vida útil máxima de 8 horas, no de una semana. “No queremos que las trabajadoras se contagien y que sean vector de transmisión de la Covid-19 por todos los domicilios que visitan”, afirma.
Actualmente, trabajan alrededor de 500 trabajadores (en su mayoría mujeres) en el servicio, que atienden a 3.900 mayores, con una media de cuatro visitas diarias por trabajador y día. Durante toda la pandemia, según las estimaciones de las delegadas de CSIF, se han contagiado un 25 % de las trabajadoras.
Este sindicato independiente pide, también, que cuando se inicie la segunda fase de vacunación, que incluye a los mayores que viven fuera de residencias y sus cuidadores, estas profesionales sociosanitarias de Ayuda a Domicilio sean también vacunadas y la vacunación no quede limitada a los convivientes con los usuarios, puesto que son cuidadoras directas y un colectivo de riesgo, que trabaja con población muy vulnerable.
CEl Ayuntamiento de Valladolid, “al ser el máximo responsable, a través de la adjudicataria de la prestación UTE SAD, debería implicar a la empresa en este proceso de vacunación y en el correcto suministro de EPIS, para el desarrollo seguro del trabajo de estas empleadas”, dice CSIF.
Si bien es cierto que en el plan estratégico del Ministerio de Sanidad se establecen los periodos de tiempo, en los que se desarrollará cada fase de vacunación (la primera etapa está prevista que finalice en marzo), en la información del calendario no se detallan los grupos prioritarios a los que se vacunará, tanto en la etapa segunda como en la tercera, a excepción de las personas mayores de 80 años, que está prevista su vacunación en la etapa segunda.