La Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz de Valladolid comienza un año más la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, con el ya tradicional besapié al Cristo Atado a la Columna, una de las mejores obras del Barroco español, aunque en esta ocasión debido a la pandemia el besapié se sustituye en la práctica por un signo de veneración sin contacto.
La solemne veneración tendrá lugar en la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz el Miércoles de Ceniza, 17 de febrero, entre las 10 de la mañana y las 9 y media de la noche o hasta la hora máxima que permita la autoridad competente, celebrándose una Misa solemne con imposición de la ceniza a las 12.30 horas.
El maestro Gregorio Fernández lo realizó en 1619 dentro de un conjunto procesional denominado “El Azotamiento” aunque desde el siglo XX desfila en solitario.
El Cristo Atado a la Columna es una imagen a tamaño natural, con anatomía perfecta. Impresiona el realismo de sus heridas y llagas de la espalda, que en esta ocasión tan especial podrá verse en su templo en un montaje inédito.
Cuenta la leyenda que al terminar Gregorio Fernández de esculpir la talla, esta cobró vida y le preguntó al escultor: ¿Dónde me miraste, que tan bien me retrataste?, respondiendo el Maestro Fernández: En mi corazón, Señor.
Se trata de una buena ocasión para comenzar el tiempo penitencial de Cuaresma con la visita a una de las iglesias más céntricas de la ciudad, en la cabecera de la calle de la Platería, donde se pueden ver además otras tallas señeras de Fernández como la Virgen de los Dolores, que será coronada canónicamente en 2023, o el Ecce Homo que el año pasado 2020 cumplía precisamente 400 años de su hechura.