Un mes exacto ha durado el toque de queda reducido a las 20 horas en Castilla y León. Una medida más que polémica, que la provocado ríos de tinta y que ha suscitado opiniones de todo tipo, y que ayer llegaba a su fin. El Tribunal Supremo tumbaba el Bocyl publicado el pasado 16 de enero, donde se limitaba la movilidad de las personas a partir de las ocho de la tarde y donde solo quedaban abiertos los servicios y negocios esenciales hasta las 22 horas.
Por aquellas fechas en Zamora, la incidencia acumulada a quince días era de 657,24 casos por cada 100.000 habitantes y la cifra de contagios diarios rozaba los 200 casos. La vuelta de las Navidades había hecho estallar la 'tercera ola', con nueve personas ingresadas en las UCIs del Virgen de la Concha y otras 293 en planta. Una situación descontrolada en toda la Comunidad y que llevaba al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco a firmar un acuerdo para establecer el toque queda más restrictivo de todo el país.
Ahora, cuando se cumplen treinta días de esa decisión, la consejera de Sanidad de la Junta, Verónica Casado definía ayer el toque de queda como "amortizado". La consejera invitaba a "comprobar los datos", que han resultado tras tomar esta medida, así como los cribados masivos. Los dos grandes estandartes de la estrategia de contención del virus en Castilla y León. Para Casado estas dos medidas y el resto de restricciones sanitarias, como el cierre de la hostelería en interiores, los centros comerciales y espacios deportivos, así como la prohibición de reuniones entre más de cuatro personas, han hecho que "vayamos a la misma velocidad en decrecimiento a la que fuimos en crecimiento".
Y es que en un mes, Zamora ha reducido su incidencia consolidada (14 días) a 255,59 casos, es decir, más de la mitad, y la cifra de contagios diarios no llega ni a la decena hoy mismo. Y aunque el hospital sigue sufriendo una dura presión ocupacional, la consejera de Sanidad recordaba ayer que los quirófanos han recuperado su actividad programada en un 50%, cuando la semana pasada habían suspendido hasta el 70%, y las consultas vuelven a una relativa normalidad.
Por todo ello, estos treinta días de toque de queda reducido han compensado a la Consejería de Sanidad, que ahora toma como medida de contraataque a la suspensión, la reducción del horario de apertura de todo comercio u hostelería no esencial a las 20 horas. Y Zamora parece ser el mejor ejemplo de ello con los números en la mano, ya que ha pasado de tener una de las peores cifras de incidencia de toda la Comunidad esos días centrales de enero a tener datos que bien podría llevarla a bajar a Nivel 3 de alerta.