El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la sentencia absolutoria en el caso del criador de halcones de Tudela de Duero. A.R. que fue acusado de un delito de estafa en concurso con otro delito de falsedad de documento con motivo de la venta de 13 rapaces a un sultán de Dubái por las que percibió 18.300 euros pero que nunca llegaron a su destino.
En su sentencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, rechaza el recurso del sultán, al que se había adherido el fiscal, y confirma el fallo absolutorio anterior de la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, según la información del Gabinete de Prensa del Alto Tribunal castellanoleonés recogida por Europa Press.
En aquellla resolución, ahora ratificada, el tribunal consideró que en las modificaciones introducidas por el vendedor de los halcones en la factura aportada al Juzgado en el pleito civil no existe "la menor intención de engañar a nadie, y menos al juzgador que hubo de juzgar la causa civil, pues el precio de 18.300 euros es el precio que todas las partes han admitido que fue finalmente acordado".
Según el fallo, "no se ha intentado engañar al juzgador del pleito civil con la aportación de la factura confeccionada, que como antes hemos indicado reflejaba correctamente los datos de la relación comercial finalmente pactada: la cantidad que había sido pagada a cuenta, que el transporte de los halcones a Dubai no estaba incluido y que el precio final, incluida la cantidad pagada a cuenta, era de 18.300 euros. Después se produjo el incumplimiento recíproco de las contraprestaciones de las partes, y ello ha acabado siendo resuelto en el ámbito civil, pero sin que aparezca que de lo sucedido deba derivarse responsabilidad penal alguna".
El juicio se celebró el pasado día 3 de noviembre en cuyo transcurso el ahora absuelto reconoció que en marzo de 2016 el representante de un sultán de Dubái se puso en contacto con él, propietario de un centro de cría de halcones en Tudela de Duero, y cerró la venta de un total de 13 aves, seis hembras y siete machos, con destino a Emiratos Árabes por las que percibió en total 18.300 euros.
Aunque las rapaces nunca llegaron a su destino, el criador explicó que la operación quedó finalmente truncada cuando el intermediario del sultán, Faisal M, comenzó a renegociar a la baja la adquisición de las aves y también por las discrepancias sobre quién tendría que costear los cerca de 6.000 euros que suponía el porte de la 'mercancía' hasta Emiratos Árabes.
El acusado mantuvo que la falta de acuerdo hizo que pasaran los meses y que la temporada de exportación estuviera ya muy avanzada, con lo que se vio obligado a dar salida a las aves para evitar que éstas se echaran a perder en el criadero y para reducir los costes de mantenimiento, de ahí que parte de ellas se las regalara a un amigo cetrero y otras las vendiera en el mercado local para cubrir gastos.
TREINTA AÑOS CRIANDO HALCONES
"Llevo treinta años trabajando en este negocio y jamás he tenido un problema con nadie", sostuvo A.R, quien, secundado por su esposa en calidad de testigo, aseguró que incluso se puso en contacto directo con el sultán y éste le respondió que se trataba de un negocio de Faisal. "Al final, se pasaban la pelota entre ellos", denunció el criador de halcones, cuya esposa añadió que no entregaron los 18.300 euros al comprador "porque nunca los reclamó".
Varios testigos, amigos del acusado, a los que regaló varios halcones testificaron que las aves las recibieron sin coste alguno porque, según les dijo entonces A.R, tenían que darles salida después de que hubiera cerrado una operación de venta "con un señor de Emiratos Árabes y éste no diera señales de vida durante dos meses".
Además del delito de estafa, el criador estaba acusado de un delito de falsedad documental por haber presentado una factura falsa por la compra de los halcones en contestación a la demanda que Faisal promovió en un procedimiento civil en el Juzgado de Primera Instancia 14 de Valladolid. En dicha factura, según determinó un perito calígrafo, A.R. modificó los números del precio e incluyó conceptos no acordados.
La demanda fue estimada y el juzgador declaró resuelto el contrato de compraventa y condenó al criador a pagar a Faisal los 18.300 euros, al tiempo que dedujo testimonio contra él por presentar un documento falso en un procedimiento civil.