El 55 por ciento de los estudiantes de la Universidad de Salamanca considera que la vacuna contra el COVID-19 debería ser obligatoria, según una encuesta realizada por el Grupo Expercitec del Instituto Universitario de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Usal.
El informe referente a este estudio, titulado 'Actitud ante la vacunación de los colectivos Usal. Divulgación de resultados preliminares', que acaba de ser publicado ,también revela que un 48,8 por ciento está dispuesto a ponerse la vacuna de forma inmediata, un 31,7 por ciento plantea distintos grados de indecisión y un 19,4 por ciento plantea serios reparos.
Además, en el apartado de la confianza generada por las opiniones de expertos para la toma de decisiones en cuanto a cuestiones de la pandemia, los encuestados, de forma contundente, valoraron con más puntuación a los expertos científicos, seguidos de los políticos y por último a personajes públicos de distinta índole.
Por otra parte, en cuanto al orden de vacunación de los diferentes colectivos, un tema controvertido desde el inicio en el marco de las estrategias de vacunación, el informe de la Usal mostró que el 53,6 por ciento opina que debe ser el personal sanitario el beneficiario primero, un porcentaje inferior, el 28,3 por ciento considera que deberían serlo los mayores de 65 años y, finalmente, un 14,1 por ciento cree que deben serlo las personas con patologías previas.
En cuanto a las razones argumentadas para no vacunarse, los datos reflejan que entre los que menos intención tienen de hacerlo predominan los supuestos riesgos para la salud que podría implicar la vacunación. Los indecisos preferirían no ponerse la primera vacuna que estuviese disponible y, finalmente, entre aquellos que muestran solo una ligera duda las razones que manifiestan son diversas, pero están más relacionadas con la percepción de su eficacia o del riesgo de contagio.
El estudio del grupo Expercitec se realizó entre los miembros activos de la comunidad de la Universidad de Salamanca del 4 al 22 de diciembre de 2020 gracias a la financiación del proyecto de investigación 'El papel de la experticia distribuida y dialógica en la solución de controversias científico-tecnológicas públicas: un análisis epistemológico, argumentativo y sociológico' auspiciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
El equipo de investigación estuvo formado por los profesores del Instituto Universitario de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Usal Libia Santos, Ana Cuevas, Obdulia Torres, Jaime Rivière e Irene López.