El año 2020 cambio la vida del mundo tal y como la conocíamos, una pandemia sanitaria nos mostró lo frágil y vulnerables que éramos y la necesidad de poner la vida en el centro. Una crisis sanitaria, social y económica que situó a las mujeres en la primera línea de contención de la pandemia.
Las dificultades que viven las mujeres a diario en todas las esferas de su vida se han intensificado como consecuencia de la pandemia; la sobrecarga del trabajo sanitario y de servicios esenciales, la centralidad de las tareas de cuidados, una mayor pobreza y precariedad laboral, todo aquello que confirma el día a día de las mujeres, son cuestiones que no pueden perderse de vista a la hora de pretender la igualdad de género.
Izquierda Unida de Castilla y León apoya y difundirá todas las acciones que el movimiento feminista tiene programadas en nuestra región para conmemorar el día 8 de marzo, día internacional de la mujer.
Según el Foro Económico Mundial aún faltan 170 años para cerrar completamente la brecha de género a nivel mundial. Miles de razones que acompañan a la lucha de las mujeres por la igualdad. La igualdad de género real y efectiva es uno de los retos pendientes, pero también debe de ser uno de los objetivos alcanzables.
En el año 2020 y en lo que llevamos de 2021 cientos son las concentraciones y manifestaciones que se han convocado en nuestra comunidad, nadie planteó que fuesen foco de contagio, ni criminalizo el legitimo derecho de manifestación y concentración; pareciera que el problema son las mujeres y su lucha por alcanzar la igualdad.
Izquierda Unida de Castilla y León pide que se ponga el foco en lo importante, en lo que recorre la vida diaria de las mujeres; poco empleo y de baja calidad, todas las tasas arrastran los mismos datos, actividad ocupacional, paro, temporalidad, parcialidad son mayoritariamente de mujeres, lo que se traduce en menores prestaciones por desempleo, menor cotización y pensiones más bajas, las mujeres siguen siendo más pobres que los hombres en Castilla y León.
La tasa de actividad en nuestra comunidad es de un 49,21% de mujeres y un 59,36% de hombres; 75.181 son los hombres en desempleo y 98.722 las mujeres. En Castilla y León una mujer gana anualmente de media 19.056 euros, frente a 24.714 que gana un hombre, generando una brecha de 5.658 euros al año, brecha salarial que empobrece a las mujeres y depara un futuro de pobreza. Es urgente acabar con el modelo de contratación segregado y avanzar en los planes de igualdad en las empresas.
Si a esta situación de precariedad laboral añadimos la asunción de las cargas familiares por parte de las mujeres, un 77,5% de mujeres realizan todos los días actividades de cuidados y tareas domesticas frente a un 32,9% de los hombres, seguimos encontrando miles de razones para la lucha por la igualdad.
El dedo acusador no puede seguir dirigiéndose a las mujeres, los poderes públicos y la sociedad en general deben dirigirlo hacia quienes las explotan, el capitalismo y el patriarcado. A quienes disponen con total impunidad del cuerpo de las mujeres para la explotación sexual (el sistema prostitucional) y reproductiva (los vientres de alquiler) que han convertido la vida de los seres humanos en mercancía que se puede comprar y vender en especial el de las mujeres.
Izquierda Unida de Castilla y León manifiesta una vez más la necesidad del feminismo y de la lucha de las mujeres ante la situación de emergencia social que vivimos. Las mujeres han sido el motor y el alma de este país durante la crisis sanitaria, reconocer sus derechos es una obligación de los poderes públicos, criminalizarlas es un ataque más a la fuerza emancipatoria del feminismo.
El movimiento feminista ha convocado centenares de actos y acciones en nuestra comunidad y garantizarán todos los protocolos y medidas de seguridad necesarias en cada momento. Izquierda Unida de Castilla y León no duda de quienes nos han sabido cuidar durante este tiempo sigan cuidando y cuidándose el 8 de marzo.
Ante los ataques de la extrema derecha y la derecha extrema que intentan otra vez mantener en casa y controladas a las mujeres, es imprescindible poner en valor el 8 de marzo, visibilizar y reivindicar a las mujeres que trabajan, luchan y cuidan y sin las que este sistema se vendría abajo.