Llegó a León un día después del estado de alarma decretado en marzo de 2020. Había volado desde Australia para iniciar una investigación en el Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León (ULE), a través de una Beca Marie Curie financiada íntegramente con 45.000€ por un centro de investigación irlandés, Teagasc Agricultura and Food Development Authority, y dentro del programa de movilidad internacional Research Leaders 2025.
Tras el confinamiento inicial, Apeh Omede, de origen nigeriano, pudo acercarse, al fin, en mayo hasta la Facultad de Veterinaria y conocer a Ana Carvajal Urueña y Héctor Argüello Rodríguez, los investigadores que desde entonces han estado involucrados en su proyecto de investigación Milkobiome. Un estudio que trata de entender cómo afectan a la salud intestinal de los cerdos la leche y la microbiota. “El proyecto pretende desarrollar nuevos enfoques nutricionales para mejorar el desarrollo intestinal, inmunitario y el rendimiento general del crecimiento en los lechones después del destete, utilizando fracciones bioactivas de la leche en lugar de óxido de zinc y antimicrobianos”, explica Apeh Omede.
La diarrea de los lechones tras el destete es un importante problema para los criadores de cerdos de toda la Unión Europea, siendo causa de importantes pérdidas económicas. En la actualidad, esta diarrea postdestete se trata con óxido de zinc y con antimicrobianos. Sin embargo, a partir de 2022 se restringirá el uso de óxido de zinc y antimicrobianos en toda la Unión Europea. De ahí que, según Omede, esta investigación sea importante “porque sus hallazgos pueden ayudar a los ganaderos a afrontar estos retos y ofrecerles alternativas para tratar esta afección en las explotaciones porcinas”.
La investigación consta de dos fases. Una de salida, que actualmente se está llevando a cabo aquí en la ULE, y una segunda fase que será en Teagasc, en Irlanda, donde Edgar García Manzanilla, jefe del departamento de desarrollo porcino de esta institución, participará en el proyecto. “Lo primero que estamos haciendo es recoger leche de cerdo en 4 periodos de lactancia diferentes, desde el día 0 al 21” –concreta Omede-. A continuación, se realizarán análisis en el laboratorio para identificar los componentes bioactivos de la leche porcina y describir sus actividades biológicas.
“Esperamos caracterizar tres fracciones y comprender la comunidad de la microbiota en la leche de las cerdas. Después, realizaremos pruebas de concepto en las que reflejaremos diferentes condiciones de cría y proporcionaremos a los lechones acceso a estas fracciones bioactivas en su dieta. Esto nos ayudará a confirmar los efectos beneficiosos de las fracciones bioactivas que ya hemos identificado en artículos de investigación publicados”, detalla este joven investigador doctorado en Ciencia Animal con especialización en Nutrición Avícola y Fisiología Digestiva.
De momento, han podido cuantificar una de las fracciones bioactivas, una proteína llamada lactoferrina, que presenta propiedades antibacterianas, antivirales y de modulación inmunológica, y se están realizando estudios sobre la grasa en colaboración con el profesor Pablo Gutiérrez Toral, y sobre los oligosacáridos de la leche cuyas conclusiones serán tangibles en pocos meses. Apeh Omede espera que esta investigación tenga un impacto positivo en la cría de cerdos “ya que podremos facilitar a los ganaderos alternativas al óxido de zinc y a los antimicrobianos para hacer frente a la diarrea post-destete en las granjas”, al igual que ayudará al crecimiento de la industria de la carne de cerdo tanto en España como en toda la Unión Europea. “España aporta más de 4,6 millones de toneladas al sector porcino europeo, cifras que nos sitúan como cuarto productor a nivel mundial, solo por detrás de China, Estados Unidos y Alemania. Esperamos que esta investigación contribuya a la progresión y el crecimiento del sector”.
Tras un año en León, Apeh Omede regresaba la semana pasada a visitar a su familia a Australia donde estará un mes, y en abril ultimará la investigación en la ULe antes de viajar a Irlanda para proseguir el proyecto. “Mi estancia aquí ha sido una mezcla de buenas sensaciones y de retos, sobre todo el de no haber podido ver a mi familia desde hace casi un año”, explica mientras valora el inestimable apoyo brindado todo este tiempo “por el equipo con el que estoy trabajando en el departamento de Sanidad Animal de la ULE que está haciendo que mi estancia en León sea agradable”. Un equipo liderado por Ana Carvajal y Héctor Argüello que además le han permitido desarrollar habilidades de investigación en salud animal y biología molecular. “Trabajar con ellos, que están entre los mejores investigadores de este campo, ha sido una oportunidad extraordinaria”.