La plaza de tientas de “Cantoblanco”, del ganadero Manolo Ferrero, en las inmediaciones de Peñaflor de Hornija, sirvió de escenario para que los chavales de la Escuela Taurina de Palencia practicaran el toreo ante erales de distintos hierros. Manolo Sánchez, que acudió de invitado, dio una lección magistral. También acudió de invitado el embajador de Ecuador en España.

Juan Alonso, Juan Pérez, Carlos Salvador y Angel Carro, estos últimos más noveles, se las entendieron con dos erales adelantados de Sayalero y Bandrés y uno de Adelaida Rodríguez que resultaron manejables en general.

Juan Alonso lidió en primer lugar a un novillo fuerte de Sayalero y Bandrés, en una faena de menos a más que resultó interesante.

El novillo de Adelaida Rodríguez, otro eral fuerte y adelantado, fue lidiado por Juan Pérez. El eral sirvió perfectamente para el aprendizaje de los chavales.

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Ambos juanes, Alonso y Pérez, son los más experimentados de la nueva escuela palentina, ya que tuvieron la oportunidad de participar en el I Certamen de Novilladas de la Junta de Castilla y León el pasado año.

El vallisoletano Carlos Salvador y el palentino Angel Carro (hijo de Juan Cantora) lidiaron al tercero y último de los erales, este de Sayalero y algo más terciado; pero bravo y con mucha duración. Los dos chavales, más nuevos que sus compañeros, mostraron sus ganas y a base de tesón lograron sacar pases meritorios.

La lidia estuvo dirigida por el director y profesor de la escuela, Juan Cantora y Jesús Fernandez, respectivamente. Y también acudió José María González en su calidad de cofundador y mecenas de la escuela. En algunos momentos de la lidia se unió el que fuera matador de toros, Manolo Sánchez, para echar una mano capotera.

Por cierto, hablando del diestro vallisoletano, en este tercer eral salió un “tapia” llamado Pancho, quién muleta en mano instrumentó algunos lances. Pancho, un espigado mozo de 18 años, es el hijo mayor de Manolo Sánchez y tiene metida la afición en el cuerpo, pero de momento cursa estudios en la Universidad de Salamanca.

El cierre de la lidia de machos tuvo un final de lustre, de enseñanza, de clase en suma, ya que Manolo Sánchez dio una lección magistral de lidia ante el novillo de Sayalero. Tuvo que doblarse con él, -después de que el animal recibiera cientos de muletazos- y cuando el eral cedió en su ímpetu empezó a embestir con dulce templanza en la muleta de terciopelo del gran torero vallisoletano. Quien tuvo retuvo.

Algunos invitados y familiares de los alumnos se dieron cita en este tentadero que contó, como es preceptivo, con asistencia médica y una ambulancia del amigo de Villada Enrique Alonso.

Y un invitado de excepción en el terntadero: el embajador de Ecuador en España (Cristóbal Eduardo Roldán Cobo), que es ganadero de bravo en su país, además de aficionado práctico. Su ganadería se denomina “Peñas Blancas” y se ubica en la provincia ecuatoriana de Pichincha. En la actualidad la dirige su hijo Juan Sebastián Roldán.