La decisión de ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, de declarar al lobo especie protegida en todo el territorio nacional unió hoy en una protesta en Valladolid, a todas las organizaciones agrarias de Castilla y León, Asaja, UCCL y La Alianza UPA-COAG. Tractores encabezaron una caravana de cientos de vehículos que partió del Estadio José Zorrilla, para recorrer la ciudad para concluir concentrada frente la Delegación del Gobierno, para exigir la retirada inmediata de la orden y una negociación con las autonomías afectadas y las opas para mantener un plan de gestión cinegética del lobo al norte del Duero.
GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS: RUBÉN CACHO / ICAL
Los líderes de opas, Donaciano Dujo (Asaja), Jesús Manuel González Palacín (UCCL); Aurelio Goznález (UPA) y Aurelio Pérez (COAG) cargaron contra ministra y su propuesta, porque pone en peligro la ganadería extensiva en Castilla y León, como medio de vida para 35.000 familias. Los dirigentes agrarios denunciaron la sobrepoblación del lobo, con más ejemplares en Zamora que en toda Francia, y advirtieron que acabar con la actividad ganadera generará más despoblación y un impacto sobre el medio ambiente, ya que habrá más maleza en las tierras y se producirán más incendios. Asimismo, no entendieron que la decisión sobre el lobo en Castilla y León y la cornisa cantábrica se tome con votos de autonomías como Canarias o la Ciudad Autónoma de Melilla. Parlamentarios de PP y VOX acudieron al inicio de la protesta en el estadio de fútbol.
El ganadero en peligro de extinción
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, expresó su “rechazo rotundo” a la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas, y advirtió que esta especie “no está en peligro de extinción, algo que si sucede con los ganaderos en las zonas “con atques masivos2.
Dujo concretó que si en 1992 había 400 lobos censados en la Comunidad, en 2020 se contabilizan más de 2.000; y aseveró que si en 2015 se registraban 1.500 ataques el año pasado, ascendieron a 2.600, con la muerte de más de 4.000 especies del sector ganadero. “La mayor explotación ganadera de la Comunidad es la que mata el lobo”, dijo.
Donaciano Dujo denunció que “de manera inesperada, premeditada, con alevosía y nocturnidad” la ministra convenció a las autonomías sin este problemas , como Canarias, Baleares o Melillla para que votasen a favor de que no se pueda cazar al norte del Duero, una “situación absurda, que no pude seguir adelante”. Al respecto, recalcó que diez autonomías afectadas piden que se retire esa propuestas, que dialogue en la Conferencia Sectorial y con las opas. “Hablemos de un plan de gestón y control del lobo; porque el lobo tiene espacio pero no donde está el sector ganadero, porque hace daño”, razonó.
Por último, apeló al PSOE para que no condene al ganadero a “una situación de peligro y muerte” y sentenció que no entienden que se proteja a quien mata y se desproteja a quien muere, que es la cabaña ganadera. “Es una política sectaria en contra de Castilla y León, de sus ganaderos, de su medio rural y de su medio ambiente”, resumió.
Un enorme coste
El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, arremetió contra la “sinrazón” del ministerio de proteger “una de las mayores amenazas de la ganadería extensiva”, una actividad, dijo, que tienen “mucho más beneficio” para el medio ambiente que el lobo, porque sin estos animales “tendremos muchos más incendios forestales, perderemos biodivesidad y dejaremos de tener gente en los pueblos”.
“Nos jugamos mucho con la sobreprotección del lobo”, enfatizó, para exigir a la ministra que negocie con las opas y con las autonomías ponderando el peso de las que tienen lobo, que “se debe seguir gestionando” porque, dijo, cuesta más de cinco millones todos los años a los ganaderos, a los que el seguro solo compensa el 20 por ciento. “Lo otro va a las costillas de los ganaderos”, dijo, para constatar que muchos no tienen seguro por las subidas desmesuradas de las primas.
“No queremos indemnización sino que no haya ataques, con controles cinegéticos; no jugamos muchísimo, porque 35.000 familia viven de la ganadería extensiva. Esta barbaridad hay que darla para atrás y alcanzar un consenso para gestionar el lobo y minimizar los ataques con controles”, concluyó.
Siete ataques
El secretario general de UPA, Aurelio González, denunció que los ganaderos “sufre siete ataques diarios” de lobos en la Comunidad, y criticó que el ministerio les está “tomando el pelo” aprobando una normativa “manipulando descaradamente los votos” con quienes no tienen nada que decir sobre la gestión del lobo.
González criticó asimismo que presentaron 2.000 alegaciones en plazo contra esta norma y “ni puñetero caso”, para presentar un plan bajo criterios puramente medioambientales y de protección del lobo. “Desde un absoluto desconocimiento del sector se nos imponen normas desde Madrid y no lo podemos consentir”, advirtió.
El dirigente agrario denunció que pretende acabar con la única herramienta que tienen para poder controlar al lobo y sentenció: “No podemos tener más lobos en Zamora, que en toda Francia”. Aseveró que esta decisión supone no pensar en el reto demográfico y puso de relieve que no olvidarán la traición al sector, de los senadores que votaron a favor de esta medida, cuando “vengan a recoger el voto” en el próximo proceso electoral.
Teresa Ribera, la loba alfa
El coordinador regional de COAG, Aurelio Pérez, lamentó el daño que está provocando la ministra Ribera como “loba alfa” y su director general como “lobo satélite”, al medio rural de la Comunidad, y exigió que “den marcha atrás”.
“Se debe permitir la caza al norte del Duero; hay que rebajar las manadas en Castilla y León, tenemos sobrepoblación. Al norte del Dueo hay que pagar las ayudas para suscribir los seguros, y al sur hay que cumplir con los cupos para control”, resumió.
En este sentido, sentenció que la ministra debe poner su dimisión como el “camino más honroso” para salir de la situación que ha provocado o “dar marcha atrás en su posición tajante de defender lo indefendible”. Asimismo, lamentó que sus compañeros en Castilla y León no hayan sido capaces de hacer “una propuesta sensata para los ganaderos”. “Castilla y León necesita el medio rural y el medio rural necesita actividad económica, como la ganadería. A ver si lo entienden de una puta vez, Canarias no pude decidir cuántos lobos tiene que haber en Castilla y León, la lucha continúa”, concluyó.