La Sociedad Española de Cirugía Taurina (SECT), única asociación médica especializada para avalar científica y técnicamente los servicios médico-quirúrgicos de las plazas de toros en España, ha emitido este informe elaborado por los doctores Pascual González Masegosa, Antonio Mateo y Enrique Crespo, presidente, vicepresidente para Castilla y León y secretario, respectivamente, de la citada entidad.
Presentación
En el Proyecto de Reglamentación Sanitaria Única para los festejos taurinos, ya presentado hace tiempo al Ministerio de Cultura, la SECT se considera capacitada para tutelar y asesorar técnicamente a los organismos oficiales y a las entidades privadas en todo aquello referido a los aspectos sanitarios de los festejos taurinos.
La tauromaquia, en sus diferentes formas de expresión, genera una notable fuente de ingresos económicos para las administraciones públicas en forma de recaudación impositiva a través del IVA, de cánones por explotación de las plazas de toros o de múltiples cotizaciones sociales de los intervinientes en los festejos taurinos. Asimismo, desde la SECT manifestamos, una vez más, nuestro su compromiso con la tauromaquia y para ello es necesario que las plazas de toros vuelvan a reanudar la actividad para la que fueron proyectadas.
Participación e implicación directa de los sanitarios
Con este informe queremos participar en la protección sanitaria y en la satisfacción personal de los implicados en el desarrollo del festejo, fundamentalmente del público asistente, pero también colaborar con los intereses de los diferentes colectivos que conforman el sector taurino de gran relevancia, como ya hemos apuntado, en la economía, así como en el desarrollo ecológico de nuestra nación.
Para ello, esta junta directiva, aparte de la experiencia personal de cada uno de nosotros en las plazas de toros, ha solicitado asesoramiento, -en función del estado pandémico disponible actualmente- a especialistas en autoprotección sanitaria, prevención epidemiológica y riesgos laborales de diferentes comunidades autónomas y de esta manera establecer unos requisitos de prevención de contagio y detección de infectados en las plazas de toros que permitan la celebración de espectáculos taurinos con suficiente garantía y con el único objetivo de conservar la seguridad del público, personal laboral de plaza y toreros intervinientes.
Independiente de los protocolos que, a la mayor brevedad, se implantarán en las plazas de toros permanentes hay que hacer constar dos variables muy significativas.
En primer lugar, la experiencia: en la temporada taurina del pasado año, es decir durante la celebración de festejos taurinos con la mitad de aforo, no hay constancia objetiva -ni ponderada ni referida- de transmisión de la enfermedad por el SARS-COVID cuando, además, la crisis del coronavirus estaba lejos de ser controlada.
En segundo lugar, el conocimiento: hoy por hoy las investigaciones científicas y el aprendizaje continuado sobre la pandemia, en cuanto a prevención y tratamiento, están muy avanzadas tanto en ensayos empíricos como en prevalencia de resultados clínicos.
Pero tampoco podemos obviar que actualmente la inmunidad adquirida, bien por haber padecido el contagio bien por la vacunación establecida, es muy alta y posiblemente seguirá aumentando en los próximos meses. Por tanto, la incidencia acumulada de infección, como se está constatando, tiene una tendencia claramente a la baja.
Podemos decir, pues, que la situación epidemiológica en España se ha modificado positivamente y las expectativas a corto plazo nos permite observarla con la suficiente confianza para permitir la celebración de espectáculos taurinos.
Objetivos
Este informe desarrolla un conjunto de procedimientos y disposiciones, a través de un protocolo sanitario, que pueda detectar a aquellas personas en riesgo e incluso otras afectadas por la viremia, que prevenga la propagación de la infección y finalmente que facilite la toma de decisiones ante situaciones concretas que puedan surgir. Y de esta manera permitir que el festejo taurino se desarrolle adecuadamente, independientemente de condiciones externas ajenas a la organización de dicho festejo.
En primer lugar, evitar que sean integrantes del equipo médico, del personal de la enfermería y del servicio de ambulancias causantes de una propagación de la infección.
En segundo lugar, prevenir el contagio –incluso detectar a la persona infectada- en tres grupos: público asistente, personal laboral de la plaza y toreros y auxiliares intervinientes.
Así, la SECT juzga como necesario desarrollar un informe sanitario previo a la celebración de los festejos taurinos para asesorar a las empresas y a los organismos administrativos evaluando los riesgos y promover una serie de medidas para evitar posibles incidentes: un protocolo con las medidas vinculadas al comportamiento colectivo e individual.
Disposiciones
Espectadores
Creemos que el público asistente puede representar el principal núcleo de riesgo por tanto, las empresas deben asumirlo y emprender, como ya se llevó a la práctica el pasado año, un plan de contingencia sanitario.
Las empresas taurinas deben adaptar sus procedimientos corporativos a fin de colaborar con los funcionarios sanitarios en la prevención del contagio y propagación del SARS-COV-2.
Por ello -independientemente de las medidas específicas con la COVID-19 que más adelante expondremos- el empresariado, y es de suma importancia, tiene que disponer una adecuada planificación previa al festejo o feria que justifique la viabilidad de este/esta.
Desde un punto de vista estrictamente sanitario son necesarias una serie de medidas previas y que incluyen:
Evitar la distribución de propaganda que pueda trasmitir la COVID-19 y desarrollar la distribución promocional electrónica.
Facilitar la compra on-line de localidades o el pago con tarjeta de crédito para acceder al espectáculo taurino.
Con la venta de las entradas adjuntar información sobre las medidas preventivas generales; advertir que en caso de temperatura corporal por encima de lo establecido y síntomas sospechosos, será obligatorio si pretende entrar en el recinto realizar allí mismo un test de antígenos rápido; por último, hacer constar que, si el interesado ha estado en contacto con pacientes positivos o el mismo presenta síntomas, aunque sean leves no debería acudir a la plaza.
Sectorizar al público señalando su lugar para sentarse respetando la distancia acordada y establecer en las zonas sociales pasillos de circulación interna para facilitar y reducir el número de personas en contacto; igualmente se debe impedir el desplazamiento personal en la plaza de toros.
Organizar un registro general que permita localizar a los espectadores según el sector en el que han estado y así facilitar el rastreo por parte de las autoridades sanitarias en caso de posibles contagios.
Creemos que la problemática no estaría en el público establecido dentro del recinto sino en la aglomeración que puede producirse en la vía pública antes y después del festejo taurino. Es un asunto de capital importancia y por tanto debe agilizarse la entrada y salida de la plaza de toros. Por ese motivo resulta de capital importancia la colaboración de las fuerzas de orden público o disponer de un personal de seguridad privada legitimado para el control de accesos y hacer cumplir las medidas.
Modificar la apertura de la plaza al público/espectadores de tal manera que los accesos y salidas sean escalonadas, lo que se anunciaría previamente al festejo (a la hora de comprar entradas) y durante el festejo para que en un caso y otro se realice de uno en uno evitando así la aglomeración de personal en los puntos de entrada y salida. Es de suma importancia comunicárselo previamente a los posibles espectadores que deseen asistir.
Métodos preventivos
En cuanto a los métodos preventivos para los espectadores, como colectivo genérico y de acuerdo a las normativas vigentes, (estatales y autonómicas) deben extremarse los pormenores siguientes:
Aumentar previamente las labores de limpieza en las instalaciones y en las zonas expuestas de la plaza de toros intensificando la higiene con pulcritud.
Limitar los servicios higiénicos y las instalaciones no esenciales.
Asegurar una ventilación adecuada en el interior de la plaza manteniendo las puertas accesorias abiertas.
En los servicios y baños proveer jabón en cantidad suficiente, utilizar papel desechable para secado y papeleras recubiertas con bolsa para una correcta eliminación de residuos.
1.- Impedir la introducción de comida y bebida al recinto.
2.- Evitar tirar al suelo cualquier material susceptible de contaminar.
3.- La protección individual incluye diversas cuestiones que deben recordarse tanto previamente como por megafonía en la plaza:
4.- Información detallada de los protocolos en lugares estratégicamente dispuestos por la plaza, en sus fachadas y en el interior.
5.- Toma de temperatura en la entrada a todas las personas que vayan a acceder.
6.- Protección respiratoria con mascarillas quirúrgicas o FFP2.
7.- Distribución en el recinto de dispensadores de gel hidroalcohólico para las manos.
8.- Medidas físicas de separación para mantener la distancia segura interpersonal (mínima de 1.5 metros)
9.- Disponer de un espacio determinado en el interior de la plaza para realizar test rápidos de antígenos.
Personal laboral de plaza
Son obligadas unas medidas específicas individuales e inmediatas para establecer unos mecanismos que aseguren la actualización permanente del riesgo en el personal de plaza.
Se deben determinar previamente por parte de la empresa los puestos de trabajo imprescindibles para la organización y el normal desarrollo del festejo.
Garantizar a los empleados de la plaza un entorno laboral saludable.
Registrar los datos personales (nombre, apellidos y teléfono) del personal de plaza mediante una plantilla general y de esta forma tener controlado su número y, si procede, su seguimiento.
Asegurar que el personal laboral no presente síntomas o haya estado en contacto con la COVID-19 y así evitar la contratación de personal vulnerable.
Por ello se aconseja realizarles, a lo largo del día del espectáculo, test rápidos de antígenos en las dependencias de la plaza y garantizar, en gran medida, la no presencia de personal dudoso.
Informar a todos los trabajadores de las medidas sanitarias de prevención específicas y de seguridad general.
Minimizar el contacto entre el personal de plaza distribuyéndolo espacialmente para asegurar la distancia de protección.
Disponibilidad suficiente de gel de manos para uso propio.
Entrega de rociadores de limpieza y toallitas desechables para la higiene de las superficies usadas.
Toreros y auxiliares
Registrar los datos personales (nombre, apellidos y teléfono) de aquellos que participarán en el festejo mediante una plantilla específica.
Comunicar a todos ellos las medidas y protocolos sanitarios establecidos exigiendo su cumplimiento estricto, haciendo hincapié en la importancia de minimizar el contacto en las dependencias interiores y en el callejón de la plaza.
Realizarles durante la mañana del festejo, cuando no acrediten haberse realizado análisis específicos y con un margen de dos días, test rápidos de antígenos en las dependencias de la plaza y confirmar, en gran medida, la no presencia de profesionales taurinos inciertos.
Deben mantener la distancia interpersonal suficiente no solo con el resto de los profesionales intervinientes sino también con el personal laboral de plaza y con los espectadores.
Enfermería y personal médico-sanitario
Las instalaciones de la Enfermería requieren una limpieza y desinfección exhaustivas horas antes de la celebración del festejo con un incremento de la ventilación natural en la mañana correspondiente.
Disponibilidad suficiente de gel de manos para uso de los componentes del Equipo Médico y personal de Enfermería.
Las enfermerías contarán con dos equipos de protección individual (EPI) en caso de que alguna persona, durante el desarrollo del festejo, presente sintomatología, independientemente de que el paciente sea un profesional, un trabajador o un espectador.
Control en el mantenimiento y saneamiento del aire acondicionado, calefacción, gases medicinales, mobiliario e infraestructura material de la enfermería.
Los componentes del servicio médico-quirúrgico deben acreditar estar vacunados o aportar un análisis demostrativo de protección inmunológica ante la pandemia Covid-19.
Dividir los componentes del equipo médico adecuando el espacio suficiente en el callejón o en los tendidos adyacentes a la enfermería para garantizar la distancia de seguridad.
Restringir el contacto con el personal de plaza y con los profesionales taurinos.
En caso de recibir a un torero lesionado o herido el acompañamiento será mínimo hasta ser recogido por el personal auxiliar de la enfermería y en su interior será acompañado exclusivamente por el mozo de espadas.
Estrictas medidas de higiene y prevención en caso de atender a un herido, lesionado o indispuesto con uso de gorros, mascarillas (quirúrgica o FFP2), batas y guantes estériles.
Disponer de equipos de protección individual en caso de que alguna persona, durante el desarrollo del festejo, presente sintomatología, independientemente de que el paciente sea un profesional, un trabajador o un espectador.
Las empresas de ambulancias tendrán que extremar las medidas de limpieza y asepsia en los vehículos y seguir las normas de protección y prevención en sus trabajadores.
Aconsejamos la disponibilidad de un vehículo sanitario de transporte (Soporte Vital Básico), complementario al obligado de Soporte Vital Avanzado, para ser utilizado en la atención y traslado de un paciente con síntomas susceptibles de infección por la Covid-19.
Conclusiones
Estamos convencidos que, junto a los datos favorables de la evolución de la pandemia, la aplicación de estas normas en todas las plazas de toros permitirá la celebración de espectáculos valorando un porcentaje de aforo superior, incluso, al 50% de su total.
Este protocolo sanitario debe complementar al obligatorio plan de contingencia general que empresas taurinas e instituciones públicas deben adaptar para permitir la ineludible celebración de festejos taurinos en el presente año.