Acordamos la entrevista con Tomás para Grana y Oro en el más que centenario coso del Carmen de Medina de Rioseco, su localidad natal. Aquí se inició a finales de los años 90 con la escuela taurina de la Federación y la peña taurina “Jorge Manrique”.
Lo que pudo ser y no fue. Es lo que le preguntamos de sopetón a Tomás, quién atesoraba arte y embrujo, sólo como los toreros gitanos saben expresarlo. Fue torero de pellizco, y hacía sus cositas delante de la cara de los novillos que encandilaban al personal.
“Tenía buen ambiente, -nos comentó- pero esto es dificilísimo y hay que tener unas condiciones y unas cualidades enormes para poder llegar. Pero bueno, yo me divertí y aprendí mucho, fueron unos años muy buenos donde hice muchos amigos y gracias al toro soy lo que soy ahora mismo”.
Tomás nos recordó cuando se vistió de luces por primera vez en 1999 en Tudela de Duero. Y luego, emocionado, nos fue explicando aquella tarde de Sevilla donde le tocaron la música dos veces, o la tarde de Palencia con un novillo de Joselito y su apoteósico debut con caballos en el coso del Paseo de Zorrilla ante un nobilísimo utrero de Eladio Vegas.
No faltaron los agradecimientos para Angel Gallego, Simón Caminero y Gustavo Postigo, los empresarios que le dieron varias oportunidades.
Su familia, sus amigos y la boda
El simpático y arrollador Tomás vino acompañado de Toñi, su esposa, y una de sus hijas, Alba; faltó Toñi, la otra hija del matrimonio. Le acompañó, además, su buen amigo Charly González.
Cuando Tomás y Toñi, -mi paisana albaceteña- contrajeron matrimonio les hicimos un reportaje de su boda para el programa local de La 8 (El Callejón). Fueron dos días de intenso ajetreo con un convite final que duró hasta que salió el sol. No faltó de nada, como suele ocurrir en las bodas gitanas, y tampoco faltó el cante a través de su hermano Rafael, profesional del flamenco, y sus otros dos hermanos: Kike -que fue su mozo de espadas y ahora hace alguna incursión con Curro Díaz- y Abrahán. También conocimos a sus dos hermanas: Cristina y Piedad que viven en Zaragoza y Sevilla.
Morante le echó una mano
Por cierto, a la citada boda no faltó otro buen amigo de Tomás como es el gráfico taurino abulense Luis Vega; otro morantista apasionado como el riosecano. Y es que Morante fue quién le apañó a Tomás un vestido para su debut con los del castoreño. “Y en Sevilla, -nos comentaba un Tomás agradecido hacia el de La Puebla- me hizo con los trastos de torear, porque yo no tenía nada de nada”.
Apoderado
Y hablamos de la incursión que hizo en el campo del apoderamiento. “Aprendí mucho con el maestro Pablo Hermoso de Mendoza, con quién soy muy allegado, y me dio la posibilidad de apoderar al mexicano Antonio Lomelín y en una temporada toreó 16 novilladas, con éxitos importantes. Luego apoderé a José Manuel Sandín, a quién le hice varias novilladas picadas y luego la alternativa en Estella gracias al maestro Pablo Hermoso”.
Escudero es locuaz, ameno, con infinidad de amigos y, además de listeza, tuvo arte para el toro y para el personal, al que “camela” de inmediato. Por ello le preguntamos si estaba agradecido al toro.
“Muy, muy agradecido, -nos decía en un tono alegre y positivo con la sonrisa en los labios- al toro y al mundo del toro, y a todos los que me ayudaron, sobre todo a mi amigo y compañero el maestro Morante, que tanto me apoyó y me dio ¡Por supuesto que viva el mundo del toro!