Dos monumentos de Castilla y León entran en la Lista Rosa del Patrimonio, una ermita de Zamora y un palacio palentino corren peligro de desaparición. Concretamente, ee trata de dos construcciones muy distintas y separadas en el tiempo, pero les une el estado de abandono total en el que se encuentran y el riesgo que presentan de colapso. Son el palacio de los Reinoso, en Autillo de Campos (Palencia) y la ermita del Humilladero, en Villamor de Cadozos (Zamora). Su pésimo estado de conservación les ha llevado a ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 800 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato.

El palacio de los Reinoso presenta problemas de estabilidad debido al peso de las paredes y desprendimiento de parte de alguno de los lienzos. También tiene adiciones de cemento y elementos de chapa en las puertas que provienen de su uso anterior como granero. Este uso precisamente ha condicionado el estado del interior del inmueble. Lo más preocupante es el estado de las cubiertas, que determina la integridad del edificio.

El ayuntamiento está pendiente de poner en valor este palacio tras ser donado desinteresadamente por los anteriores dueños con la idea de convertirlo en ayuntamiento, pero la falta de fondos condiciona dicha iniciativa.

Este palacio es también conocido como el Palacio de Berenguela, aunque en realidad pertenecía a su mayordomo, Gonzalo Ruiz Girón, señor de Frechilla, pues allí se refugió de los ataques del tutor real, Álvarez Núñez de Lara, la reina regente, Berenguela I de Castilla. Es aquí donde recibe la noticia de que su hermano, Enrique I, quien había sucedido a su padre, Alfonso VIII, fallece en Palencia con solo diez años de edad, por lo que a ella le corresponde la sucesión como hermana mayor y no haber otro varón. Sin embargo, Berenguela cede de inmediato sus derechos a su hijo Fernando, fruto de su matrimonio con Alfonso IX de León. Y mediante un acto solemne, en su ya desaparecida ermita del Castillo, Fernando III el Santo es proclamado por su madre rey de Castilla en 1217, siendo la coronación oficial un mes más tarde en Valladolid. Durante los siglos XV-XVIII fue señorío de los Reinoso, siendo uno de sus miembros el obispo don Francisco de Reinoso, quien reformó parte del edificio a sus expensas, nada más llegar a España desde Italia en 1573.

El edificio, de planta rectangular, está situado en las proximidades de la iglesia parroquial de Santa Eufemia de Autillo de Campos. En la fachada sur alcanza 12,50 metros de largo por 9 de ancho, con una altura de 10,50 metros. Consta de una base de sillería, sobre la que se yerguen fuertes paredes de ladrillo que intercalan paños de adobe. En la parte inferior un zócalo que sirve para igualar la altura del terreno; le siguen dos hiladas de 80 centímetros de alto de buena sillería que rodean el edificio; y por último, otras dos filas de piedras de similar altura, con un tamaño superior y que sobresalen ligeramente de las anteriores, que sólo se encuentran en la fachada norte y esquina noroeste, salvo en el ángulo nordeste en que se ve el inicio de una tercera fila donde se alcanzan los 1,50 de altura.

El palacio presenta dos plantas, con una altura máxima de 10,50 metros. Se conserva la entrada en altura y se intuyen otras defensas que pudieran estar enmascaradas. El acceso actual se realiza por la planta baja de la fachada oeste, mientras que los lienzos norte y sur presentan en la segunda planta, en el centro de la fachada, sendas aberturas. El interior está totalmente abandonado, siendo utilizado durante muchas décadas como panera.

Zamora

El Humilladero de Villamor de Cadozos (Zamora) se sitúa junto al camino que dirige al santuario de la ermita de la Virgen de Gracia. El edificio es de planta rectangular y está construido en sillería. Se conoce que sus muros estaban decorados con pinturas murales. Hasta hace pocos años mantenía los muros con restos de mortero de cal cubriendo alguno de los lienzos. Actualmente, solo quedan los muros de la estructura construidos en mampostería, pero han desparecido las pinturas del interior.

En 2008, un grupo de voluntarios y vecinos del pueblo se unieron bajo la iniciativa de la Asociación para el Desarrollo del Paisaje “El Cigüeñal” y comenzaron trabajos de limpieza: acarreo de escombros y tierra, eliminación de árboles y zarzas del interior y despeje de piedras ocultas desde hacía años.

Se encuentra en ruinas y estado de abandono. Ya no tiene techumbre y su interior ha sido expoliado, aunque todavía conserva la espadaña. Villamor de Cadozos fue repoblado en el siglo XI existiendo referencias documentales desde 1187 cuando Esteban Estébanez, junto a su esposa, entregó a la catedral de San Salvador de Zamora la mitad de las tercias y un herrenal en esta villa. Posteriormente, en 1587, apareció en el Censo de población de provincias y partidos de la Corona de Castilla. El Humilladero es una de las cuatro ermitas con que contaba la localidad: San Miguel, San Lorenzo, de Gracia y del Humilladero. Este tipo de ermitas se construyeron en la comarca de Sayago a cargo de cofradías que mantenían el fervor religioso de la población..