La población migrante se está erigiendo en un bastión en la lucha contra la despoblación y el envejecimiento en Castilla y León, que en el año de la COVID continuó sumando extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia y alcanzó un nuevo récord histórico de población foránea pese a las restricciones a la movilidad.
Los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, recogidos por Ical, indican que la Comunidad cerró el ejercicio 2020, con 189.872 extranjeros regulares, lo que supone 4.390 más que en 2019, con un avance del 2,3 por ciento. La cifra supone un nuevo récord tras el obtenido el año anterior, cuando se rompió la barrera de los 183.454 de 2011. El número de foráneos comenzó su declive en ese año, por la crisis del 2008, hasta tocar suelo en 2016, con 172.621 y retomar con fuerza el crecimiento hasta la actualidad, sin que la pandemia haya impactado en el proceso de llegada de migrantes.
Un informe del Observatorio Permanente de la Inmigración pone de relieve que a finales de 2020, había en la Comunidad, 134.596 extranjeros de la UE, que aumentaron en 1.641 personas (1,2 por ciento); y 55.276 del Régimen General, 2.749 más ( 5,4 por ciento)
Sexo y edad
Los extranjeros con pasaporte UE, es decir, con libre circulación por España, estaban integrados por 71.954 varones y 62.642 mujeres, lo que supone un aumento del 1,1 por ciento para los primeros, es decir, 784 más; y del 1,4 por ciento para las segundas, que incorporaron 857 individuos.
Los foráneos del Régimen General contaban, por su parte, con 28.840 hombres y 26.436 féminas, con crecimientos del 4,2 y 6,3 por ciento, que en cifras absolutas suponen 1.178 varones más y 1.571 mujeres en un año.
Cabe desatacar la contribución de ambos colectivos a la lucha contra el envejecimiento de la Comunidad, ya que los extranjeros procedentes de la UE cuentan con una edad media de 38,7 años, y los del Régimen General, con 34, frente a una media para el conjunto de la población de Castilla y León, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado, de 47,73.
Castilla y León concluyó el ejercicio con 11.231 foráneos europeos con entre 0 y 15 años, con 115.481 con entre 16 y 64; y con 7.884 con 65 y más. Parea el Régimen General, los mismos grupos estuvieron integrados por 10.684, 42.953 y 1.639 individuos, respectivamente.
Situación
Los ciudadanos de libre circulación estaban en su mayor parte censados con un motivo de residencia no determinado, 62.554, o con residencia permanente, 33.005. Asimismo, había 10.279 trabajando por cuenta ajena; 847 autónomos; 2.164 con residencia no lucrativa; 3.259 estudiantes; y 6.921 familiares. A todos estos habría que sumar, los 15.567 familiares nacionales de terceros países, de los que 6.169 tenía la residencia permanente.
En relación al Régimen General, la mayor parte, 43.548 tenía la residencia de larga duración. En cuanto a los de residencia temporal, había 3.130 trabajadores por cuenta ajena y 155 autónomos, y 492 con otras autorizaciones laborales. Asimismo, por circunstancias excepcionales había 3.158 por razones humanitarias, y 1.086 por arraigo. Asimismo, 2.897 temporales se contabilizaron por reagrupación familiar; y 810 por residencia no lucrativa.
Un análisis de la situación administrativa de los extranjeros del Régimen General indica que junto a los 43.548 con residencia de larga duración, había a finales del pasado año, 3.093 personas en situación inicial; 1.837 con modificación de la situación; 2.280 en primera renovación, y 274 en segunda, además de los integrados por causas excepcionales.
Asimismo, los datos aportados indican que los extranjeros con autorización de estanica por estudios alcanzaron los 2.390 a finales de 2020, con una importante merma por la COVID, del 35,9 por ciento. En su mayor parte eran chinos, 582.
Nacionalidades
Por último, un estudio de las principales nacionalidades que acoge el territorio castellano y leoneses, pone de relieve que en el caso de las personas con libre circulación, eran mayoritariamente rumanos y búlgaros, con 44.670 y 34.171 individuos, seguidos por portugueses, 19.321, italianos, 4.736, polacos, 3.793 y franceses, 3.669.
En cuanto a los extranjeros del Régimen General, el origen del colectivo más numeroso era África y en concreto, Marruecos, con 22.418 personas, seguida esta nacionalidad por la China, con 3.935. Asimismo, Castilla y León acoge amplios colectivos de América del Sur, sobre todo de Venezuela, 3.573; Colombia, 3.429; y Ecuador, 2.657.
Provincias
Por provincias, el número de extranjeros creció más en Soria, 4,1 por ciento, hasta los 9.660; seguida por Valladolid, 3,4 por ciento, con 38.361; y Palencia, 2,9 por ciento y 9.374. Asimismo, los foráneos se elevaron un 2,7 por ciento en Salamanca y un 2,6 por ciento en Ávila, hasta 19.100 y 14.478, respectivamente.
Por debajo del crecimiento medio de la Comunidad (2,4 por ciento), se situaron Zamora, 2,3 por ciento, con 11.631 migrantes regulares; Burgos, dos por ciento, hasta 36.253; Segovia, 1,6 por ciento de subida, que supone alcanzar los 26.025, y León, 1,1 por ciento, hasta los 24.990.
España
El informe indica que a finales de 2020 residían en España 5.800.468 extranjeros, un dos por ciento más que un año antes. Como en años anteriores el crecimiento se debe principalmente al incremento de ciudadanos de la UE, 100.930 personas más (tres por ciento) frente a los 36.190 (1,6 por ciento) en régimen general. El 61 por ciento de los extranjeros residentes pertenece al primero de los regímenes. La población objeto del estudio supera por primera vez así los 5,8 millones .
El análisis estadístico realizado destaca también la concentración territorial de la población extranjera. Dos tercios de los extranjeros residentes viven en cuatro comunidades autónomas, Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, y solo siete provincias (Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, Valencia, Baleares y Murcia) concentran el 57 por ciento del total.
Sin embargo, si se tiene en cuenta el porcentaje de extranjeros sobre el total de la población, son Almería, Baleares, Lleida, Girona y Alicante las que tienen una mayor proporción de población extranjera entre sus habitantes. Por el contrario, Ceuta, Palencia y Soria son las que registran el menor número de residentes extranjeros, con menos de 10.000 personas procedentes de otros países cada una.