El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, considera que tanto la capital como su alfoz deberían ir "en el mismo pack" a la hora de acordar el cierre del interior de la hostelería en función de la incidencia acumulada, ya que funcionan como "una realidad metropolitana" y no como una "ciudad aislada".
Puente considera que estos días se viven "momentos absurdos" ante el hecho de que los vecinos de la capital no puedan entrar al interior de un bar o restaurante en su municipio, pero sí en los de al lado, cuando se trata de una "conurbación" en la que no existe separación entre Valladolid y Arroyo de la Encomienda o Zaratán.
El alcalde ha evitado hacer un pronóstico sobre la posibilidad de que la próxima semana pueda abrir el interior de los establecimientos de hostelería de Valladolid, aunque sí ha reconocido que la incidencia acumulada "más o menos se mantiene" por lo que no parece que se cumpla la "permisa" para poder abrir.
El regidor se ha referido también a la reciente aprobación del decreto municipal que permite la ocupación de plazas de aparcamiento para la ubicación de terrazas de bares y restaurantes a más de 15 metros del local, una medida que busca garantizar la "supervivencia" del sector y que no tiene una marco temporal definido, sino que se concretará en función de la evolución de la pandemia y las restricciones.
Óscar Puente ha asegurado que la medida afectará a "zonas muy concretas" y no a una situación "generalizada en la ciudad", aunque en algunas calles como Conde de Ribadeo "no sobra precisamente el aparcamiento", pero lo ha justificado ante el momento "muy complicado" que sufren los hosteleros.
El primer edil ha defendido que los servicios municipales están "trabajando a tope" para agilizar estas licencias y ha subrayado que "le pese a quien le pese" el Ayuntamiento es "el único" que "se ha volcado" para ayudar a los sectores más afectados por la pandemia, mientras las demás administraciones están "mirando para otro lado". "Hacemos lo que podemos, pero estamos solos", ha concluido Puente.