Un equipo multidisciplinar del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y de la Universidad de Salamanca, compuesto fundamentalmente por personal de los servicios de Medicina Interna, Cardiología y Hematología, en colaboración con el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, ha desarrollado una escala de gravedad capaz de establecer el pronóstico de los pacientes que ingresan con COVID-19 a través de una aplicación informática de inteligencia artificial.
Aunque esta escala, que facilita la clasificación y manejo terapéutico de las personas afectadas, ya estaba disponible para su uso sin restricciones desde junio de 2020, momento en el que se hizo pública en código abierto para "facilitar el manejo de la pandemia, se ha publicado en este momento en la revista científica 'Plos One' tras completar la revisión por pares.
Esto supone, según la información facilitada por el IBSAL, "un reconocimiento de la calidad científica del trabajo realizado, dentro del actual entorno de publicación masiva de artículos sobre el COVID-19".
La escala de gravedad ha sido desarrollada mediante una técnica de inteligencia artificial conocida como 'machine learning', que permite integrar diferentes características de los pacientes con la utilización de técnicas estadísticas para "crear un algoritmo que sea capaz de calcular, con una mayor precisión, la probabilidad de que un determinado paciente termine presentando una evolución grave de la enfermedad, definida esta como aquellos pacientes que fallecen o que tienen que ser intubados para recibir ventilación mecánica".
Las características concretas de los pacientes que se ha visto que presentan mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave son, según ha informado el IBSAL, "un peor nivel de oxigenación medido por pulsioximetría, una mayor edad, un empeoramiento de la función renal, una elevación de marcadores de la inflamación (proteína C reactiva y procalcitonina), la presencia de otras enfermedades o comorbilidades y los niveles bajos de linfocitos".
Esta escala ha sido probada en 918 pacientes ingresados con COVID-19 en el Hospital de Salamanca y posteriormente se ha validado en 352 pacientes del Hospital Clínic de Barcelona, con lo que los investigadores han demostrado "su gran capacidad de predicción de la evolución de los pacientes que, además, ha sido prácticamente idéntica en los dos hospitales".
El hecho de que el cálculo de la predicción sea "tan similar" es de "gran relevancia" y otorga "una gran validez al trabajo, dado que en ocasiones las características de los pacientes de un hospital no son comparables directamente con otros hospitales".
En este caso, "e independientemente de posibles diferencias entre los pacientes de uno y otro", la escala de gravedad funciona de forma "casi idéntica" en las dos series de pacientes, ha explicado el IBSAL a través de la información remitida a Europa Press.